En una misa concelebrada por más de quince sacerdotes y presidida por el Obispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos, Felipe Salazar Villagrana, la comunidad parroquial del Calvario recibió a su nuevo párroco, el Sr. Cura Tarcisio Martín Martín.
En una celebración marcada por momentos especiales, el Obispo de la Diócesis de San Juan dirigió un mensaje, el cual comenzó agradeciendo al Sr. Cura José Luis Aldana Wario su valioso ministerio dentro del Calvario e igualmente al Sr. Cura Tarcisio Martín Martín su aceptación para esta tarea.
Luego, refirió la misión central de la Iglesia, de la cual debe estar caracterizado este nuevo ministerio: “…Ese ministerio que hoy inicia debe llevar esa paz, esa esperanza a las personas que lo necesitan, realmente esta es la misión central de la Iglesia, ser causa de esperanza para la humanidad, no tendremos solución ni política, ni económica, ninguna solución humana, pero sí lo que tenemos, como le decía Pedro al paralítico, “lo que tenemos eso es lo que damos”, expresó.
“….quizá muchas personas, familias, comunidades en México, en esta comunidad parroquial, se encuentran angustiadas y buscan, esperan de la Iglesia algún consuelo, alguna palabra de esperanza, esa es nuestra misión”, añadió.
También sugirió dar a los demás a Cristo: “Como decía el Concilio, nosotros no podemos ofrecerles solución a sus dolores, pero sí a Cristo Nuestro Señor, contémplenlo en la cruz, así a nosotros nos ha sido dado la presencia del Señor del Calvario, para ser causa de nuestra salvación”.
“Por eso, como contemplando a Cristo, quiero dedicar este mensaje para que la comunidad se conforme a esta imagen del Señor del Calvario que debe dar forma al ministerio que hoy inicia el nuevo párroco y toda la parroquia”, sugirió.
Todo esto lo dijo basándose en la Palabra de Dios y la imagen de Nuestro Padre Jesús:
“Hoy Cristo entra de nuevo en la sinagoga para dirigirnos su mensaje, el que nos llega por una doble vía, por la palabra de Dios que hemos escuchado y por esta bendita imagen del Señor del Calvario”, indicó.
“Es Cristo, tanto en uno como en otro, quien nos revela el amor del Padre, el dolor y la muerte quieren despojarnos de todas nuestras seguridades para poner en manos de Dios nuestra persona, algunas veces este mensaje de dolor, de sacrificio que vemos en la Pasión de Cristo y que muchas veces nos acompaña en nuestra vida, es difícil entenderlo y vivirlo, para que realmente, como dice la Carta a los Hebreos, siendo fuente de santificación para nuestras vidas”, agregó.
Y refirió aquellas veces que los hombres de poca fe, de poca confianza en Dios se preguntan ¿Por qué? ¿Dónde está Dios?, ¿Porqué Dios permitió esto?
“A nadie le gustan las correcciones en el momento que se hacen, la respuesta por qué Dios hace esto nos la ofrece Cristo crucificado…”, dijo.
Salazar Villagrana agradeció además la presencia de familiares, amigos y fieles provenientes de Jesús María, antiguo destino de Tarcisio Martín, también la de religiosas, que sin duda, dentro de la Iglesia, como lo contempla el Papa Francisco en este año de la vida consagrada, “son la gran fuerza de nuestra acción apostólica, esa labor tan escondida pero tan agradable a Dios…”.
Tarcisio Martín Martín, sacerdote originario del Valle de Guadalupe, es hijo de Jesús Martín Romero (+) y María del Rosario Martín Aceves, forma parte de una familia de 11 hermanos, ocupando el sexto lugar, estudió la primaria en su pueblo natal, la secundaria la cursó en el Seminario Diocesano de Lagos de Moreno, la preparatoria, Filosofía y Teología en el Seminario Diocesano de San Juan de los Lagos.
Desempeñó su diaconado en la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, fue ordenado sacerdote el 20 de abril de 1991 en el Seminario Mayor de San Juan de los Lagos, su primer destino como sacerdote fue en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Degollado, Jalisco.