El doctor Alberto Aranda González falleció anoche a los 79 años.
Se va un grande de la medicina y de la atención hospitalaria, pues junto con su padre, don Alberto Aranda de la Parra, contribuyó al engrandecimiento de los servicios médicos en la región a través de un sanatorio, fundado en 1939, hasta convertirse en lo que hoy es el Hospital Aranda de la Parra (HAP).
Recién egresado, partió a la Ciudad de México para realizar su especialidad en gastroenterología y proctología, en el Centro Médico Nacional.
En 1974, tras el fallecimiento de su padre, Alberto Aranda González asumió la dirección general del HAP, en donde impulsó su transformación administrativa, pero manteniendo siempre la calidad en la atención a sus pacientes.
Hace dos años recibió un reconocimiento de la Universidad de Guanajuato, como uno de sus egresados distinguidos.
Otra de las grandes aportaciones del doctor Aranda González, fue la fundación de la Escuela de Enfermería Yvett Aranda, en memoria de su hija fallecida.