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El FCE en 80 instantáneas

En ocho décadas, el Fondo de Cultura Económica no sólo ha acumulado miles de títulos en su catálogo, también ha albergado a personajes fundamentales

Escrito en León el

El FCE nace el 3 de septiembre de 1934 para atender las necesidades bibliográficas de los estudiantes de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM.
Es un organismo público descentralizado adscrito a la Secretaría de Educación Pública.
La editorial se funda a través de un fideicomiso con el Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas. En 1943, el Banco de México se convierte en el nuevo fiduciario.
A una década de su fundación, comienza a publicar literatura.
En 1945, se inaugura la primera filial en el extranjero, en Buenos Aires, a cargo de Arnaldo Orfila Reynal. Hoy existen filiales también en Bogotá, Caracas, Guatemala, Lima, Madrid, San Diego, Santiago de Chile y Sao Paulo. Próximamente, estará en Ecuador.
Para 1954, cuenta con su propio edificio, en Avenida Universidad y Parroquia en la Ciudad de México. El edificio fue derrumbado y hoy, en la misma zona, se encuentra la Librería Daniel Cosío Villegas.
El primer número de La Gaceta del FCE, que cada mes presenta sus novedades e informa de los protagonistas del mundo editorial, aparece en 1954.
En 1989, la editorial recibe el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. En 1993, obtiene el Premio Laurel de Oro (Concejalía de Cultura de Madrid), una mención en el Premio Juan García Bacca (en Peruana) y el Calendario Azteca de Oro (Asociación Mexicana de Periodistas de Radio y Televisión).
En 1992, Miguel de la Madrid Hurtado, ya como director del sello, inaugura las instalaciones de Carretera Picacho-Ajusco 227, su actual sede.
La app Archivo abierto: 80 años del FCE, desarrollada por Yael Weiss, reúne cartas, fotografías, grabaciones y otros documentos para acercar al lector a la historia de la institución.

En cifras

Este año, se publica un promedio de alrededor de tres libros por día, para alcanzar 700 títulos impresos y 300 electrónicos.
Un millón 750 mil ejemplares es la cifra programada para este año.
El presupuesto total que ejerce en 2014 es de 460.6 millones de pesos.
Tiene actualmente 381 empleados y el gasto anual en sueldos y salarios es de 173.6 millones de pesos.
El sueldo bruto del director actual es de 146 mil 543 pesos mensuales.
Existen 35 librerías del Fondo (24 en México y 11 en el extranjero), donde distribuye sus libros y los de otras editoriales.
Este año, la red de librerías en el país llegará a una cobertura de 12 estados; además, se sumarán otras 14 en el DF y una en Nezahualcóyotl.
Las librerías del Fondo manejan 267 sellos editoriales.
La utilidad es del 8 al 12 por ciento sobre los costos de impresión. Las ganancias se destinan a la apertura de nuevas librerías o se subsidia a las que tienen problemas financieros, como su filial de Venezuela.
Al año, destina 56 millones de pesos a la compra de libros de otros sellos, incluidos los que ofrece del país invitado en la FIL de Guadalajara.

Editorial

La idea original era editar solamente libros de economía, pero el sello se extiende a historia, filosofía, literatura, derecho e infantiles, entre otros.
Entre el dictamen y la publicación de su obra, el promedio de espera para un autor es de dos años.
La máxima autoridad editorial del Fondo es el Comité Interno de Selección de Obras, conocido como CISO, que se encarga de valorar la viabilidad comercial, técnica y económica de la obra, así como su alcance geográfico.
Cuenta con un padrón de dictaminadores por especialidad que se actualiza permanentemente.
Antes de pasar por el proceso de dictamen, la obra es sometida a un predictamen en el que se determina si cumple con un mínimo de calidad en lo que respecta a la forma: ortografía, redacción, estructura y hasta aparato crítico.
Los dictámenes son inapelables y confidenciales, nunca se muestran al autor, ni se le informa quién emitió el juicio. Solamente se le informa por escrito o por correo electrónico sobre la decisión de publicarse o no.
Integrados por por académicos, investigadores y profesionales del ámbito de la ciencia y la cultura, los comités editoriales son órganos consultivos cuya función es asesorar en las políticas y estrategias editoriales. No toma la decisión final de publicar un libro.
La modernidad llega en 2010, la editorial ingresa al mercado del libro electrónico. Un año más tarde, su catálogo ofrece más de 100 títulos.
Actualmente, se publican 700 títulos en formato electrónico y la meta para 2018 es de 2 mil 200.
En su página, subraya que no publica libros de texto para educación básica o media superior, ni manuales ni instructivos, ni obras de autoayuda o superación personal, ni libros de deportes, naturismo, crianza de los hijos o espiritualidad, ni recetarios de cocina, ni guías de viaje o turísticas.

Acervo

Cuenta con 2 mil 500 autores publicados.
Publica anualmente 700 títulos, de los cuales 300 son novedades y el resto, reimpresiones.
La popular colección Breviarios, creada en 1948 por Daniel Cosío Villegas, está integrada por cerca de 600 títulos sobre estudios literarios, historia, filosofía y economía.
El primer Breviario es Historia de la literatura griega, del inglés C.M. Bowra, en versión de Alfonso Reyes.
Como parte de los festejos por los 80 años del FCE, se han reimpreso 70 Breviarios, a los que se agregarán 10 novedades.
La publicación de obras conmemorativas comienza en 2013 y concluye en 2015.
Dedica 27 títulos alrededor de los centenarios de Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas.
Sus libros más vendidos son El laberinto de la soledad, de Octavio Paz; la saga de Carlos Castaneda, y, según el último reporte, la edición conmemorativa de El capital, de Carlos Marx.
En los 90, se abre a la literatura infantil, principalmente con obras traducidas al español. Hoy cuenta con varias colecciones y un sólido mercado en esa área. En 1992, es galardonado con el Premio FILIJ del Libro (CNCA).
Dos clásicos de la economía, El capital, de Karl Marx, e Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, de Adam Smith, figuran entre los primeros títulos y los más vendidos.

Personajes

El primer director fue el intelectual Daniel Cosío Villegas, pero fue nombrado oficialmente en 1937 y permaneció en el cargo hasta 1947.
Ha sido dirigido por Daniel Cosío Villegas, Arnaldo Orfila, Salvador Azuela, Antonio Carrillo, Francisco Javier Alejo, Guillermo Ramírez, José Luis Martínez, Jaime García Terrés, Enrique González Pedrero, Miguel de la Madrid, Gonzalo Celorio, Consuelo Sáizar, Joaquín Díez Canedo y José Carreño Carlón.
El primer director, Cosío Villegas, era economista, historiador, politólogo y ensayista. Después de él, la institución fue dirigida por otros tres economistas, un químico, un jurista, un físico, un historiador, dos abogados, dos escritores, un político y diplomático, y una comunicóloga.
Orfila es quien más ha permanecido en la dirección, de 1948 a 1965; y González Pedrero el que menos tiempo estuvo en el cargo, de 1989 a 1990.
Después de ser Presidente, Miguel de la Madrid fue el titular del sello por 10 años, de 1990 a 2000.
Carlos Fuentes publica su emblemática novela, La región más transparente, en 1958, obra que marca un hito en el autor, la editorial y la literatura mexicana.
En 1959, llega la primera edición de El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, libro considerado un long seller de la editorial y que en 2006 fue señalado como el ejemplar 100 millones producido por ésta.
José Moreno Villa, poeta y pintor, exiliado español, crea el logotipo en 1935. Como parte de los festejos por los 70 años del FCE, Juan Pablo Rulfo, hijo de Juan Rulfo, rediseña este logotipo.
Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revueltas fueron celebrados por su centenario con una serie de gráficas realizadas por Juan Carlos Rulfo, quien también diseñó una serie alusiva a los 80 años de la institución.
Las escritoras Rosario Castellanos, Elena Poniatowska y Elsa Cecilia Frost han sido homenajeadas por la institución al dar su nombre a tres diferentes librerías de la Ciudad de México. El resto lleva el nombre de escritores varones.

Anécdotas

En los archivos del sello, figura un personaje prácticamente desconocido, el abogado bonaerense Norberto Frontini, quien conoce a Daniel Cosío Villegas cuando éste realiza en 1941 su primer viaje por las capitales sudamericanas para contactar a editores, escritores y libreros con la intención de formar una colección latinoamericana. Frontini se ofrece para viajar a Bolivia, Ecuador, Perú y Brasil como representante del FCE y una especie de scout literario espontáneo, el primero que sale a buscar autores para el Fondo.
El nombre de la colección de poesía Tezontle surgió de un error de comunicación, pues se había pensado como Cenzontle. Las fallas de sonido en la línea telefónica se encargaron de rebautizarla.
En el edificio de Universidad, abundaban las moscas y el “deporte” era matarlas, casi todos tenían un matamoscas y después de revisar pruebas de imprenta solían distraerse persiguiendo insectos. “Cuando se te calentaba la mano matando tus moscas, te asomabas al cubículo anexo y les decías: ‘¿No quieren que les mate...?’, y decían: ‘¡No!, ¡fuera!, ¡son nuestras moscas!”, recuerda Gerardo Deniz en La Gaceta.
En una de las oficinas de Universidad, había un ratoncito que le gustaban, literalmente, las moscas muertas. Algunos empleados permanecían quietos y callados para ver al roedor salir a buscar las moscas que ellos le proveían como alimento. Ya en confianza, otra diversión del ratoncito era a través del cristal el paso de camiones, trolebuses, coches y transeúntes por la avenida.
Alí Chumacero fue despedido del Fondo por Salvador Azuela, quien lo acusó de comunista. Más tarde, el poeta regresó a la editorial.
Cuenta Gerardo Deniz que Chumacero tenía una broma recurrente, cuando estaban en medio de una jornada especialmente pesada y aburrida de trabajo, el poeta iba de puerta en puerta exclamando: “¡Maestro, mejor hubiéramos sido putas!”.
En los 80, el poeta Francisco Cervantes fue víctima de una broma de sus compañeros: al cruzar la puerta de su oficina, le cayó encima una cubeta de agua. Cervantes le reclamó un nuevo traje a García Terrés.
En las instalaciones de Universidad, había un sótano, una especie de cuarto secreto, en el que los empleados aprovechaban para ver el futbol.
Cuando fue designado Miguel de la Madrid como director, algunos escritores bromeaban: “Imagínate, uno que quiso ser Presidente para ser director del Fondo”.
El Fondo es el distribuidor en México de las legendarias libretas Moleskine, que se anuncian como aquellas utilizadas por Bruce Chatwin, Ernest Hemingway o Pablo Picasso. Cuenta la leyenda que las libretitas se fabricaban artesanalmente en París; después, se convirtió en una empresa italiana y hoy, como casi todo, se fabrican industrialmente en China.

Polémicas

Con Arnaldo Orfila como director, llegaron al FCE libros con contenido polémico, que criticaban las dictaduras latinoamericanas. Al tratarse de una editorial identificada con el Estado mexicano, no podía respaldar esas publicaciones; sin embargo, el editor considera un deber moral publicarlos y hacer que circulen esas ideas. Así nace Cuadernos Americanos, como un sello ajeno, pero que en realidad se hace en su imprenta y bajo el cuidado del mismo equipo. Entre la libertad y el miedo, de Germán Arciniegas, fue publicado en esa editorial.
En 1965, durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, Orfila es destituido por cuestiones políticas, tras publicar libros como Escucha, yanqui, de C. Wright Mills, sobre la Revolución cubana, y Los hijos de Sánchez, en el que Oscar Lewis retrataba la pobreza de una familia capitalina, lo que el gobierno considera una forma de denigrar la imagen del país.
El ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado es nombrado por Carlos Salinas de Gortari como director de la editorial. No era el primer político en el puesto, pues su antecesor, Enrique González Pedrero también lo era, con la diferencia de que se trataba también de un escritor.
Con El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955), Juan Rulfo se convirtió en un autor emblemático del Fondo y por décadas en uno de los más vendidos en Letras Mexicanas y Colección Popular, colección inaugurada precisamente con el libro de cuentos y con ediciones de hasta 100 mil ejemplares.
En el 2000, tras largas negociaciones con Clara Aparicio, viuda de Rulfo, sus hijos y la agente literaria Carmen Barcells, el sello español Debate adquiere los derechos de sus obras.
Antes del 2000 no se publicaron libros alusivos al Partido Acción Nacional.
Con una carta dirigida al Conaculta y al FCE, dos de los patrocinadores del Premio Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Clara Aparicio, viuda del escritor, prohíbe en 2006 el uso del nombre de su esposo para el galardón creado en 1991. Tras una polémica, finalmente se convierte en Premio FIL de Literatura y, más tarde, en Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
El nombramiento de José Carreño Carlón, vocero de Los Pinos durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, como director del Fondo y sucesor de Joaquín Díez-Canedo, desata polémica en enero de 2013. En un texto publicado en su blog de Letras Libres, el escritor Gabriel Zaid califica como un capricho y un absurdo esa designación: “Hay algo misterioso en los caprichos. No se pueden defender con buenas razones, porque tienen motivos irracionales. El nombramiento es absurdo, aunque se diga, para explicarlo, que viene de una promesa de Enrique Peña Nieto. Pero ¿a quién?”.
En diciembre de 2013, el FCE convoca a una consulta pública a la que llama un saludable ejercicio autocrítico para analizar sus múltiples fortalezas e inevitables debilidades y esbozar un diagnóstico sobre el desempeño de cada una de sus áreas sustantivas para proponer el programa de trabajo 2014-2018. ¿Qué esperar del FCE al inicio de su 9a década?, abierta a lectores, autores, traductores y participantes de la cadena del libro. Según el resultado del diagnóstico, publicado en mayo en el Diario Oficial de la Federación, las librerías del FCE son insuficientes y la editorial debe redefinir las funciones de los comités editoriales, revitalizar las colecciones, mantener elevados estándares de calidad en obras impresas y electrónicas, entre otras propuestas.
Como parte de los festejos por el 80 aniversario de la editorial, organiza el programa Conversaciones a fondo, coordinado por el director del FCE, José Carreño Carlón, y en el que un grupo de periodistas de diversos medios entrevista al presidente Enrique Peña Nieto. El encuentro desata la polémica por considerarlo en contra de la vocación cultural de la editorial o una especie de “plataforma publicitaria de la Presidencia”.
En los últimos días, se ha cuestionado en medios y redes sociales la existencia del Fondo de Cultura Económica, argumentos a favor y en contra del Estado como editor de libros.

Curiosidades

La naturaleza del sello no es lucrativa, sino de fomento cultural.
Cuando el nombre del autor puede tener algún efecto en la dictaminación, la obra se envía a dictamen retirando de ella toda referencia al autor.
Entre los 14 directores del fondo, sólo ha habido una mujer (Consuelo Sáizar) y alguien nacido en el extranjero (Arnaldo Orfila, en Argentina).
La experiencia de editores, formadores, correctores y traductores llegados a México con el exilio español enriquece al FCE.
La colección dedicada a temas de psicología, psiquiatría y psicoanálisis tiene como primeros directores a Erich Fromm y a Ramón de la Fuente Muñiz.
Max Weber llega primero al español que al inglés gracias al Fondo, con títulos como Economía y sociedad.
En la colección Tezontle, Octavio Paz publica la primera edición de Libertad bajo palabra, pero él paga la mitad de los costos de impresión.
En los 80, existe la Cafetería del Fondo, en Parroquia y Avenida Universidad. Ya en el siglo XXI, por un breve periodo, se instala de nuevo un pequeño en medio del local.
Para fomentar la creación e impulsar a nuevos valores, tanto autores como ilustradores, organiza anualmente el concurso de álbum ilustrado A la Orilla del Viento. Y con el certamen Leamos La Ciencia para Todos, impulsa la lectura y la investigación, con trabajos alrededor de su colección La Ciencia para Todos del FCE.
En septiembre de 2009, festejó su aniversario 75 con el Congreso internacional del mundo del libro. Ahora, festeja sus 80 años con el Festival El libro y sus lectores, encuentro que hoy concluye.

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