En funeraria y en salón para pláticas prebautismales, se convirtió la noche de este viernes el sótano de la Plaza Benedicto XVI, al recibir su último espectáculo del Festival Internacional de Arte Contemporáneo.
“Mi herencia, la gota”, monólogo de Ybis Arellano presentado por la compañía local Cy al Teatro, cobró vida en el íntimo y caluroso escenario subterráneo que también recibió la programación cinematográfica del FIAC.
Interpretando un texto de su propia autoría, Arellano encarna a dos personajes de existencia fracturada, cuyos nexos en común son un taladro, padecer gota y elegir un momento planteado para otra cosa, para abrir una ventana hacia su alma y confesar las flaquezas de sus existencias.
Uno es el hijo que años atrás se distanció de su padre y regresa a él sólo para verlo en el ataúd de un velorio, mientras le recrimina su desapego y fallas paternas; al tiempo que confiesa sus propias flaquezas como marido.
De la amargura y drama de ese potencial suicida, el unipersonal toma un cariz cómico, a través de la exposición de uno de esos extrovertidos voluntarios que ofrecen las pláticas de preparación al bautismo en alguna parroquia, pero terminan revelando todos sus pecadillos.
El montaje dirigido por Citlalli Carranza tiene momentos chispeantes en lo actoral y un buen balance narrativo, aunque es lastrado por interludios de video con escenas de películas viejas y discursos políticos que no siempre hacen sentido.
Estrenado este año, “Mi herencia, la gota” pronto retomará su temporada en la Casa Golem.