En la ciudad costera de Amchit, a 40 kilómetros al norte de Beirut, una casa de fin de semana se posiciona suavemente sobre una ladera con el objetivo de ofrecer a sus residentes un lugar para disfrutar de los cálidos paisajes del Mar Mediterráneo.
El hogar fue diseñado para una familia de cuatro personas que requería un diseño en el que predominaran las vistas hacia el océano. Por ello, el despacho de arquitectos Blankpage optó por un trazo en el que se maximizara la relación visual desde la pendiente.
"Planeamos el concepto creativo bajo dos vertientes: edificarla con una superposición de capas para maximizar su relación con el mar a través de ventanales de piso a techo colocados en su perímetro, y, al mismo tiempo, integrarla al terreno en declive", detalló Patrick Mezher, uno de los tres socios en la firma.
Una estructura de acero es el esqueleto de la vivienda y éste se compone por un conjunto de módulos cuadrados. Estas figuras crean el escenario para una variedad de patrones de sombras cuando ingresa la luz desde el exterior, las cuales varían en dirección y longitud a lo largo del día.
A pesar de lucir una configuración bastante sencilla, la residencia también presume una complejidad abstracta que la hace sentir viva. En cierto punto durante la puesta de sol, su forma actúa como un diafragma para los rayos del astro rey que bañan las superficies internas con tonalidades rojizas.

Mezcla detalles y función
Emplazada sobre un terreno con dimensiones limitadas, la obra se constituye por tres niveles: sótano, planta baja y primer piso.
Sin embargo, es el último nivel el que se roba la mirada al exponer una piscina de entrenamiento con una figura rectangular alargada. Ahí también se encuentra el dormitorio principal que se abre a esta área con terraza.
"La plataforma intermedia acoge dos habitaciones y una sala. Finalmente, la zona inferior funciona como recepción, ésta se expande hasta el exterior y culmina en una escalera que desciende a la playa", señaló el arquitecto Karim Nader, también socio del taller.
De acuerdo con Walid Ghantous, el otro asociado, el enfoque para el interiorismo se definió por el estilo de vida práctico de los clientes. Tanto el mobiliario como los acabados reflejan simplicidad y posibilitan el libre movimiento.
"Una paleta de colores neutra en los muebles complementa en el interior la madera rojiza en el suelo y el hormigón de los muros. El interiorismo de la vivienda coquetea con la iluminación que entra por las ventanas y se traduce en el cambio infinito de luces y sombras", puntualizó el creativo.

Abierta y enlazada
-En el centro de la casa se dejó un vacío rectangular paralelo a la piscina que permite observar el cielo.  
-Las rampas y las terrazas conectan la vivienda con el paisaje circundante.
-La arquitectura se fundió con la topografía y así se evitaron modificaciones significativas en el terreno.

Por Reforma

Escrito en León el 26/3/2015 · 00:00