El cielo se tiñó de nostalgia, ayer, luego del mediodía cuando cerca de un centenar de personas se congregaron para despedir a uno de los hijos más reconocidos, en diferentes ámbitos, del pueblo indígena de La Laguna, Martín de Santiago, quien falleció a la edad de 92 años.
La Laguna es un pueblo artesanal que se distinguió por la elaboración de las famosas figuras tejidas, con la materia prima que por tantos años les proporcionó el banco de tule que se extendía a lo largo del cuerpo de agua que da nombre al lugar.
Dicha tradición, ahora artesanal, fue la que dio origen al oficio que sería el sustento de sus habitantes, sin embargo con el paso del tiempo y la industrialización la desplazó hasta convertirla en una artesanía, siendo Martín de Santiago uno de los pocos sobrevivientes que continuaba con el oficio.
Además de artesano, don Martín fue una parte importante dentro de la historia oral de Lagos de Moreno, ya que fue un sobreviviente de la Guerra Cristera, e integrante de la antigua danza del pueblo de la Laguna, Los Malinches, además de ser músico y compositor.
El templo de San Juan Bautista de La Laguna, fue el recinto en donde se celebró la misa de cuerpo presente en donde familiares, amigos y miembros de la comunidad acudieron a acompañar a don Martín.
Luego de un recorrido por un camino de terracería, el féretro acompañado de todo el cortejo arribó al panteón del Pueblo de La Laguna, lugar en donde don Martín había comprado un terreno, hace años, y lo arregló para cuando se necesitara, indicó uno de sus hijos.
“Voy a buscar un rinconcito en el cielo para llevar a mi amor”, se escuchaba en el lugar, una banda de viento entonó algunas melodías antes de sellar la tumba de don Martín.