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Con ADN internacional

Corral, Bracciano y Messico son tres marcas leonesas que nacieron para el mercado de exportación. Su propuesta de moda, con toque artesanal, ha conqui

Escrito en León el
Con ADN internacional

Romper paradigmas para las empresas puede llevar tiempo. Suele ser un trabajo muy complicado. Pero una vez que llegan al objetivo, se convierten en casos representativos de una industria.
En el sector calzado existen empresas que luego de varias décadas de experiencia en el mercado local aún se resisten a salir de su zona de confort y probar suerte al exterior. Sin embargo, hoy  también existe una generación de empresas que por visión propia o encausados por el propio mercado han decidido enfocarse completamente a consumidores internacionales, generando que sus producciones tengan destinos exclusivamente fuera de México. Son empresas “nacidas para exportar”.
La marca Corral de Grupo Cuadra, Bracciano y Messico son ejemplos de firmas que hoy tienen presencia en Estados Unidos y Europa con estándares de calidad, diseño y compromiso de entrega que han consolidado gracias a enfocarse desde un comienzo en nichos de mercados pequeños, exigentes, pero con alto potencial económico.

Lanzan marca Corral para exportar

Francisco Viladomat Muro, director de Cuadra, comparte que la idea de crear la marca Corral fue pensando en ganarse un poco del gran mercado americano que existe para la bota western.

“La empresa nació pensando exclusivamente para los Estados Unidos con un socio americano. Se trata de pensar y fabricar cosas que quiere el mercado en Norteamérica y no tropicalizar una propuesta por ejemplo que vendemos en México”.
Agrega que el primer gran reto fue innovar. “Y lo hicimos con Corral en diseño propuesto para el sector western, entramos con calidad y ofreciendo un costo específico para ese nicho. Fue consolidar la marca y ya son 16 años… la detonación ha sido en los últimos 6 años, pero fue una década de talacha diaria”.
Además de Estados Unidos, la marca Corral tiene presencia en Australia, Japón, Suiza, Francia, España y Alemania, por ahora en un porcentaje pequeño y parte de los objetivos para este año es llegar a nuevos países, pero con un volumen más amplio, complementa su director.
“Todo el trabajo de fabricación se hace en la planta de León. En temporadas altas mandamos tres tráileres a la semana, dos en temporadas regulares y en semanas malas uno con destino a Estados Unidos. Tenemos una bodega que concentra en León, una más que recibe todo en Mc Allen, Texas y de allí se distribuye a todos los clientes americanos y al resto de países les mandamos directos de la bodega de México que exclusivamente funciona para productos Corral”.
Para ganarse más adeptos, en Cuadra invierten en tener presencia con “Corral” en revistas especializadas de rodeo y western, en patrocinio de eventos para ese nicho de mercado y cuentan con embajadores de la marca como son artistas y campeones de rodeo en Estados Unidos.
“Tenemos además presencia permanente  con locales en Dallas y en Denver, y distribuidores en todas las ferias western de los estados y  cadenas departamentales de ropa vaqueras más importantes”.

Bracciano. La maquila abrió exportación

Bracciano comenzó su historia en 1992 y ocho años después sus propios clientes del extranjero llevaron a sus directores Eduardo Aguirre y José Francisco Torres a cambiar su plan de negocios.

La empresa se transformó en una productora enfocada en la exportación, con clientes primero en Estados Unidos y actualmente también de Japón.
“Comenzamos con la maquila de bota vaquera para importantes marcas norteamericanas, lo cual nos generó conocer más sobre un nuevo mercado, gustos, costos. Además de mejorar cuestiones productivas y operativas que una vez reforzada nos llevaron a crear nuestra propia marca. Al presentar una propuesta propia poco a poco fueron llegando los nuevos clientes, siendo todos ellos del extranjero”, detalla José Carlos Gutiérrez, encargado de exportación.
Una vez que se dieron cuenta de que sus clientes se concentraban principalmente en Estados Unidos, cerraron su ciclo como expositores en Sapica para comenzar a participar en ferias internacionales.
“Es un zapato con alto valor agregado por el diseño, la manufactura y esto genera que también sea un producto que su diferenciación no va ser su costo más barato, situación que sabe bien el comprador internacional que busca más que precios, un producto que realmente sabe que quieren sus clientes”.
El modelo de negocio de maquila aún sigue siendo su motor principal en el extranjero, mismo que reconocen fue el principal parámetro para identificar que cumplían con los requisitos de calidad.
A partir de su éxito en el esquema de maquilas ofrecieron productos con su propia marca en otros mercados.
“Trabajar para grandes marcas es un gran logro, pero no es nada sencillo. A nosotros nos ayudó mucho para replicar con esa misma idea nuestros procesos de fabricación para nuestra marca, aunado a que ofrecemos flexibilidad en crear un zapato prácticamente personalizado  a la idea de los clientes”.
Para entrar al mercado asiático, en Bracciano tuvieron que intentar en tres ocasiones, hacer presencia en ferias, comparte Gutiérrez.
“(Los clientes en Asia) analizan mucho su compra, son muy selectivos. Primero se acercan, te conocen, preguntan diversos temas del producto y su elaboración, y una vez que también ven que eres constante en un evento, se deciden a comprarte, pero la espera bien vale la pena porque es un cliente que conoce de calidad; piden bien y pagan bien”.
Tanto en Japón y Estados Unidos Bracciano se vende por medio de boutiques y su fábrica integrada por 200 personas diariamente elabora zapato que tiene como destino completamente ciudades fuera de México.
“En nuevos pedidos tardamos un promedio de 40 días para enviar y en resurtido el tiempo estimado es de 3 semanas. Ya el cliente decide si quiere que se lo mandemos vía terrestre o aérea su pedido”.
El reto para el segundo semestre de este año es consolidarse en destinos como California para llegar al mercado de los latinos.
“Es un producto que les gusta, tenemos identificado que hay buen potencial y ahora hay que buscar un buen aliado comercial para llegar a esos destinos”.

Incursionan en mercado de Japón

Roberto Carbonell, de origen español, creó en León la marca Messico.

Se trata de una firma de calzado artesanal que ofrece un diseño y colores de vanguardia en modelos como el clásico bostoniano comercializado en grandes boutiques de Estados Unidos y Canadá.
Al cierre de año esperan estar enviando sus primeros pares a Tokio, para así comenzar una diversificación que continuará por Europa.
Zappos.com, unportal internacional de venta en línea, boutiques y su propia zapatería electrónica son los canales que usa Messico para abrirse camino en todo el mundo.
“La idea es porque descubrimos que en el mercado de México existía una ausencia de empresas que fabricara un zapato completamente artesanal, con forro, suela y acabado en piel, que además es tejido sobre la horma y pintado a mano. Hoy día hasta la caja que se llevan nuestros clientes es forrada en piel”.
Al crear un producto con un diferenciador importante se dieron cuenta que el mercado en México no iba generar un negocio redituable, surgiendo así la idea de competir con marcas internacionales como las españolas e italianas que ofrecen un zapato de estilos y fabricación similar, pero a un costo más alto.
“Nos enfocamos en un mercado de nicho pequeño, pero conocedor, con potencial, no buscar vender por volumen, sino por calidad. Tenemos zapatos que tan sólo su suela tiene un costo de producción de 200 pesos y en México es complicado cuando existe zapato que terminado vale eso o menos”.
Para Carbonell, la idea de dirigirse al extranjero fue además para demostrar que lo hecho en México se hace bien y puede competir en cualquier parte del mundo.
“Gran parte de mi vida la he construido en México y era -y es- muy molesto escuchar que algunos piensen que lo que se hace en México o en León en su calzado no está bien hecho, nosotros demostramos lo contrario y con orgullo decimos que está hecho en México, pues no podemos mentirle a nuestros clientes. Es afuera donde además se reconoce por muchos lo que se hace bien en México”.
La empresa está a unos meses de cumplir dos años y su primer cliente llegó justo en su primer año de operaciones.
“Llegaron clientes del extranjero, conocieron nuestras colecciones, se enviaron las muestras y ahora les vendemos muy bien”.
Sobre su entrada al portal de venta en línea creado en 1999 por Tony Hsieh, considera la empresa con mejor atención por Internet. Comparte que les agradó su producto y se dieron cuenta que no estaban ofreciendo un zapato similar, logrando así codearse con grandes marcas por medio de Zappos.com
“La fabricación del calzado de Messico no es sencilla, por tal razón desde que comenzó la empresa comenzamos a seleccionar gente capaz para capacitar y el reto todos los días es mantenerlos en la empresa para conservar el trabajo artesanal, que es nuestra principal propuesta de valor”.
En Messico producen un promedio de 3 mil 500 pares para Estados Unidos y Canadá semanalmente.
“En Semana Santa nos vamos a Tokio, tuvimos 10 llamadas de diferentes clientes de Japón interesados en el producto y ahora no hay tiempo que perder, así que vamos a realizar el viaje y la idea es regresar a elaborar los primeros zapatos para Japón”.
Hasta ahora han creado 430 estilos diferentes y uno de los objetivos al interior de la empresa es elaborar un diseño diferente cada día, apunta su director.

En cifras

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