Ser cristiano no es sólo decirse tal o simular serlo porque se cumple con protocolos, sino asumir tal condición desde el corazón, expresó el mensaje del Cardenal Francisco Robles, en la homilía de este domingo.
El Arzobispo tapatío dijo que la conversión al cristianismo debe ser de corazón y no sólo a través de un cambio externo, sino con apego a las normas y tradiciones de la Iglesia.
“Cristo nuestro señor nos lleva a descubrir que para él y para el cristianismo lo central no está en las formas externas, está en la interioridad del corazón. Es en el corazón, es decir, en nuestra más profunda interioridad, en donde se juega nuestra salvación”, señaló.
El cristianismo, sostuvo, es una vida que consiste en descubrir la voluntad de Dios padre y ponerla en práctica.
“No porque hacemos prácticas o porque hacemos cosas externas, porque guardamos las apariencias podemos esperar la salvación, esa se llama -y lo dice Jesucristo nuestro señor con toda claridad- eso se llama hipocresía, no hay autenticidad, no hay verdad, no hay consistencia salvadora en las apariencias, en los meros actos externos si no cuentan con un respaldo de convicción en el corazón”, reiteró.
“El mensaje es claro, el mensaje es directo, el mensaje, incluso pudiéramos decir, es duro, pero el mensaje es muy actual”, dijo.

Por Reforma

Escrito en León el 31/8/2015 · 00:00