Los Spurs acababan de perder en tiempo extra ante un rival que acabó la temporada con 65 derrotas. Esa caída, el 17 de marzo ante los Knicks en el Madison Square Garden, parecía vislumbrar el ocaso de los campeones de la NBA.
El entrenador Gregg Popovich lo resumió como un “desempeño patético”, y dijo que cada jugador de San Antonio debería sentirse “avergonzado” por “despreciar cómo se debe jugar básquetbol”.
Un mes después, la aureola de los campeones es distinta: suman 21 victorias en sus últimos 25 partidos, uno de los cierres de temporada más arrolladores en la historia.
Entre el 25 de marzo y el 8 de abril, los Spurs ganaron nueve partidos seguidos con un margen de diferencia de al menos 12 puntos, incluyendo un triunfo 107-92 sobre los Warriors de Golden State, el equipo que tuvo la mejor marca en la temporada regular.
“Si te dan a escoger, el último rival que quieres enfrentar en la primera ronda son los Spurs”, afirmó Blake Griffin, el alero de los Clippers.
Griffin afirmó eso antes que se definieron los cruces para la postemporada. ¿El oponente de los Clippers a partir de mañana? Los Spurs, por supuesto.
Los playoffs arrancan hoy con cuatro juegos, entre los que destaca el primer choque entre los Warriors y los Pelicans.
Golden State aseguró el primer lugar de la NBA hace dos semanas, mientras que Nueva Orleáns requirió de un esfuerzo supremo para conseguir el último boleto de playoffs.
Las series son a ganar cuatro de siete juegos.