La directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, deberá responder en una corte francesa a cargos sobre su papel en un fallo de arbitraje en 2008 que adjudicó 400 millones de euros (434 millones de dólares) al empresario francés Bernard Tapie.
Lagarde, que entonces era la ministra de Hacienda de Francia, negó el jueves en un comunicado haber cometido delito alguno y ordenó a sus abogados apelar la decisión. La funcionaria se ha declarado inocente desde el comienzo de la investigación en 2011.
Después de años de investigación, un fiscal sostuvo en septiembre que se debían desestimar los cargos en su contra. Pero la Corte de Justicia de la República resolvió el jueves que deberá responder a ciertos cargos, dijo un vocero del tribunal, que atiende casos de ministros del gobierno.
El vocero no conocía los detalles de la decisión, cuáles eran los cargos precisos ni, por lo tanto, qué penas de prisión o multa serían aplicables en caso de ser declarada culpable.
Lagarde dijo en un comunicado difundido por el asesor francés Marc Vanghelder que siempre actuó "en este asunto teniendo en cuenta los intereses del estado y el respeto por la ley". Considera que "no se le puede atribuir cargo alguno".
Sus abogados tienen plazo de cinco días después de la notificación formal para apelar. La notificación formal podría no presentarse el jueves. Su abogado, Yves Repiquet, dijo a la televisora o-Tele que la decisión de la corte es "incomprensible".
La investigación comenzó antes de que Lagarde ocupara la dirección del FMI en 2011, como sucesora de Dominique Strauss-Kahn, quien renunció bajo sospechas de asalto sexual.
La junta ejecutiva del FMI reiteró su confianza en Lagarde el jueves.
El vocero del FMI, Gerry Rice, dijo en un comunicado que la junta ejecutiva del FMI "sigue expresando su confianza en la capacidad de la directora gerente para cumplir eficazmente con sus deberes".
Tapie, un extravagante empresario y astro de la televisión demandó al banco Credit Lyonnais por el manejo de la venta de su participación mayoritaria en la empresa de artículos deportivos Adidas a mediados de los 90. Con aprobación de Lagarde, una junta de arbitraje privada falló que resolviera una indemnización de 400 millones de euros.
Muchos consideraron el fallo un indicio de la relación excesivamente estrecha entre los grandes empresarios y la elite política del país. Tapie mantenía una estrecha amistad con el entonces presidente Nicolas Sarkozy, el jefe de Lagarde.
Los detractores dicen que el fallo fue demasiado generoso con Tapie a expensas del estado francés y que no correspondía someterlo a la autoridad de un panel privado porque una de las partes era un banco estatal.

Por El Universal

Escrito en León el 17/12/2015 · 00:00