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OPINIÓN

Polonia… Varsovia, Cracovia y Auschwitz.- Mari Aguado de Cuadra

Tuve la fortuna de poder viajar a Polonia, ¡qué belleza de país, de cultura, de gente!

Escrito en Opinión el
Polonia… Varsovia, Cracovia y Auschwitz.- Mari Aguado de Cuadra

Tuve la fortuna de poder viajar a Polonia, ¡qué belleza de país, de cultura, de gente! Es interesante que en general, no es de los lugares “famosos” o más recomendados de Europa, ¡qué tontería! Porque es tan maravilloso y vale tanto la pena conocerlo, como Francia, Italia, Alemania, España o cualquier otro.

Varsovia, aunque muy reconstruida, por las diferentes guerras sufridas, es bonita y romántica.  Tiene su Castillo Real, su plaza como toda ciudad importante y su famosa Columna de SegismundoIII.  Es impresionante ver que, como en México e Italia, son tan católicos, ¡qué tienen un montón de iglesias y capillas!.  Lugar del nacimiento de Chopin, tiene muchos lugares que lo enaltecen.  Y, claro, es imposible dejar de ver el lugar donde los polacos encerrados en el ghetto, se sublevaron, así como, visitar su museo… también impacta ver cómo justo junto a los lugares donde estuvo la muralla del encierro, ahora hay hoteles 5 estrellas y varios bares o antros… ¡La vida se renueva aunque se recuerde el pasado!.

En Cracovia, hay que visitar el famoso castillo de Wawel con todo y su “dragón” (que me imagino inspiró algo de la serie de “Juego de Tronos”), y una Catedral donde han sido coronados todos sus reyes, que quita el aliento, porque es diferente a las de otros lugares.  Lleno de historia, arte y reliquias, es un lugar muy interesante.

Ya en el centro, la Iglesia de la Virgen María, es una de las más hermosas que he visto, y se localiza en una enorme plaza, enfrente del mercado, que también es espectacular.  

A 14 kilómetros, quedan las famosas minas de sal de Wieliczka, ¡y yo que creía que la sal solo se extraía en el mar!.  ¡Qué interesante historia, qué asombrosas galerías y estatuas han hecho los mineros y los artistas!.  Tanto que fue declarada en 1978, uno de los primeros 12 Patrimonios de la Humanidad, por la Unesco.  La sal es sumamente importante para el desarrollo del mundo, y en su momento, llegó a ser más valorada que el oro, porque es indispensable para evitar la deshidratación y para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo; permitió el poder conservar los alimentos así como poderlos trasladar, se puede usar como antiséptico y hasta para evitar hemorragias.  De hecho, en la época de los romanos, el pago a los funcionarios públicos se realizaban en paquetes de sal que después se usaban como monedas de cambio; la cantidad de sal que cobraban recibía el nombre de “salarium” de donde derivó la palabra “salario”.

Y bueno, no puede uno, tampoco aquí, dejar de visitar el Campo de Concentración y Exterminio de Auschwitz… creo que es una visita obligada e imprescindible para cualquier ser humano que se perciba como tal, y que reconozca en la historia un lugar para reflexionar, aprender y tratar de comprender sus mayores grandezas y sus peores vilezas.  Existimos gente que percibimos una sensación de gran tristeza e impotencia en estos lugares… hay gente que no.  Allí solo se puede acceder con un tour comprado con mucha anterioridad y que dura 7:30 horas (ya que queda a 2 horas de Cracovia) y los boletos son limitados.  Tienes que llevar tu propia comida y bebida, ya que aunque hay unas maquinitas expendedoras a la entrada del campo, por respeto a la memoria de l@s que allí estuvieron, no te permiten tomar los alimentos dentro del mismo.  Ya desde la entrada, puedes percibir cómo trataban a la gente: como si fuera una manada de animales… vas adentrándote en ese mundo triste y salvaje de algun@s que se sintieron superiores que otr@s y que hicieron un inconmensurable daño a la humanidad.  Es irte adentrando en lo peor y lo mejor del ser humano…de ti mismo… en cómo lograr encerrar y controlar a la mayor cantidad de gente posible, en el menor espacio, con lo mínimo indispensable, en las condiciones más precarias para que no te “cuesten” tanto, pero que también puedas “utilizar” para trabajar o experimentar en ell@s y sacarles el mayor “beneficio” posible, desde sus casas, pertenencias, aparatos ortopédicos, lentes, ropa, joyas, vajillas, obras de arte… hasta llegar a sus dientes y cabellos… luego, la enorme y horripilante tarea de desaparecer los cadáveres… de verdad, sobrecogedor.  ¿Cómo o por qué puede el hombre ser tan cruel y despiadado con otros seres como él, semejantes a él?... ¡realmente es incomprensible!.  Esto aunado a las grandes cualidades de perfección, tecnología, orden y disciplina que distingue a los alemanes, hizo de estos lugares realmente fueran unas máquinas de destrucción masiva que no podemos, que no debemos olvidar… y estos sitios nos sirven para que no lo hagamos.  Y aún en medio de esta gran tragedia humana, te encuentras que el amor, la solidaridad, la bondad, la resiliencia, la compasión, pueden surgir… y te encuentras con el sitio donde pasó sus últimas horas San Maximiliano Kolbe, en el que hay un cirio prendido… donde murió Edith Stein… donde sobrevivió Viktor Frankl y tant@s otr@s cuyo legado ha hecho de la tierra un mejor lugar…

Un lugar para visitar, para recordar, para no olvidar, para aprender… para tratar de no volver a repetir los errores y tragedias del pasado… para darnos cuenta que somos esa mezcla de lo más admirable y lo más detestable que puede haber, que podemos sacar lo mejor y lo peor de nosotros mismos… que depende de nosotros… de cada uno… de tod@s... el hacer, el no hacer, el quedarnos indiferentes…

Auschwitz no fue el primer Campo de Concentración del mundo… tal vez, sí, el primero de Exterminio… hubo muchos, habrá más… depende de nosotr@s.

 

Mari Aguado de Cuadra

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