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Maiceando la pobreza 

"Ya fue enviada al Congreso la reforma constitucional para la protección de nuestro maíz como nuestra identidad nacional y al mismo tiempo la prohibición de sembrar en México maíz transgénico".

Escrito en Opinión el
Maiceando la pobreza 

"Ya fue enviada al Congreso la reforma constitucional para la protección de nuestro maíz como nuestra identidad nacional y al mismo tiempo la prohibición de sembrar en México maíz transgénico".

Así presumió orgullosa la Presidenta la iniciativa que ya envió al moldeable (perdón, honorable) congreso de la unión (minúsculas).

En un tris, segurito, quedará aprobada esta misma semana.

Bravo, dirán algunos. ¡Qué valentía y qué buena medida!...

Mmmm, pues... no. Para nada.

Terriblemente esta iniciativa condenará a los agricultores más pobres, que son la mayoría, a seguir fregados.

Escudada en su ideología, la 4T seguirá maiceando la pobreza.

Me explico.

Antes que nada te comento que principalmente existen dos tipos de maíz: amarillo y blanco.

Por cuestiones de gustos, los estadounidenses prefieren el maíz amarillo, mientras que aquí en México se prefiere el blanco. De hecho, aquí el maíz amarillo se utiliza en su mayoría para la producción industrial de almidón, frituras y hojuelas, y también para la alimentación de cerdos, aves y ganado (alrededor del 60% se destina a esto último).

En maíz amarillo México es súper deficitario, por lo que alrededor del 85% de la demanda nacional se importa de Estados Unidos (EU). En cambio, en el maíz blanco somos superavitarios y hasta exportamos un poco.

Tenme paciencia, ya llego al tema del maíz transgénico.

Por pura ideología, por eso perdió el panel de controversias con EU, a la 4T no le gusta el maíz transgénico, que por cierto tiene ventajas en productividad, resistencia a plagas y a plaguicidas.

Detengámonos en el tema de la productividad, que es clave. Porque a fin de cuentas es el objetivo más importante de cualquier agricultor, pues a mayor productividad, mayor generación de riqueza.

Bueno, pues en EU la productividad promedio en maíz es de 10-12 toneladas por hectárea sembrada. ¿Y en México? Aunque existen agricultores igual de productivos que los de nuestro vecino, el promedio es menor a 4 toneladas de maíz por hectárea. Ah, y para un productor pequeño (que son la mayoría) puede ser apenas de ¡una tonelada!

¿Por qué estas diferencias? Tres razones principales. Primera, el tamaño de la parcela promedio, que en México es de 3.5 hectáreas y, aunque no lo creas, en EU es de ¡150 hectáreas! Segunda, la tecnificación en el riego (que requiere inversión, para lo cual se requiere una parcela grande). Y tercero, el tipo de semillas que se siembran.

Por fin llegamos al famoso maíz transgénico.

En general hay tres tipos de semillas. Las dos primeras son mejoradas. Las transgénicas, que se modifican en laboratorios, y las híbridas, que se modifican vía cruzamientos naturales (una especie de darwinismo). Digamos que unas se modifican genéticamente y otras biológicamente. Son semillas más productivas y más caras. Las venden gigantes agroindustriales.

El tercer tipo de semilla es la que ama la 4T: la criolla. Los agricultores más pobres no tienen plata para comprar las mejoradas, por lo que usan sus propias semillas. Esas son las que "representan nuestra historia".

Esto es cierto, pero también tienen sus desventajas.

Y es que en condiciones similares, una parcela pequeña que cambiara de usar semillas criollas a usar semillas mejoradas podría pasar de una producción de 1 tonelada por hectárea a, increíble, 4 o 5 toneladas por hectárea. De ese tamaño es la diferencia.
¿Qué estará la 4T "logrando" entonces con esta prohibición que tanto presumen de sembrar maíz transgénico en México?

¡De locos: condenar al productor mexicano pequeño a una baja productividad y, por ende, a perpetuar su pobreza!
Es el mundo al revés.

Porque si lo que quiere el gobierno es sacar a los agricultores de la pobreza, la estrategia más eficiente sería comprar y repartir bolsas y bolsas de semillas mejoradas.

Si prefieren, podrían ser biológicamente mejoradas, pero OJO, las semillas transgénicas son las que tienen mayores ventajas en productividad.

Como en cualquier asunto técnico, cuando la ideología se pelea con la lógica, con la economía, todos perdemos.

A fin de cuenta el diablo, y los bueyes, siempre están en los detalles.

En pocas palabras...

"Sin maíz no hay país".

Claudia Sheinbaum

[email protected]
Twitter: @jorgemelendez

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