Al servicio del Cártel Jalisco
La policÃa estatal y la fiscalÃa del estado, acompañadas por el Ejército y la Guardia Nacional, arribaron al municipio de apenas 40 mil habitantes para "restablecer el orden y la tranquilidad", según explicó el gobierno del emecista Pablo Lemus.
La policÃa municipal de Teocaltiche, Jalisco, fue intervenida el 19 de febrero por el gobierno estatal luego de la desaparición de ocho policÃas municipales, y del chofer de una empresa de transporte privado que los conducÃa a Guadalajara para que se realizaran pruebas de control de confianza: 24 horas más tarde, los cuerpos de cuatro de ellos aparecieron desmembrados.
La policÃa estatal y la fiscalÃa del estado, acompañadas por el Ejército y la Guardia Nacional, arribaron al municipio de apenas 40 mil habitantes para "restablecer el orden y la tranquilidad", según explicó el gobierno del emecista Pablo Lemus.
Sin embargo, en solo dos meses 18 personas han sido ejecutadas en el municipio, que se encuentra bajo el dominio del Cártel Jalisco Nueva Generación y a merced de la disputa que este grupo criminal sostiene con el Cártel de Sinaloa.
El asesinato más reciente ocurrió el martes pasado, horas después de que en una finca asegurada por las autoridades se decomisaran camiones y plataformas reportados como robados, asà como piezas para blindaje y 168 transmisiones automotrices, un botÃn que se calculó en más de 35 millones de pesos.
Ese martes fue asesinado a bordo de su vehÃculo el director de seguridad pública municipal, Ramón Grande Moncada, a quien los tripulantes de una camioneta negra le dispararon por lo menos en tres ocasiones.
La muerte ha golpeado una y otra vez esta comunidad. De hecho, Ramón Grande es el segundo policÃa asesinado en solo una semana. Otros cinco renunciaron ya a sus cargos por temor a ser vÃctimas de un ataque.
El pasado 3 de marzo, el activista Juan Pablo Alonso, vocero de la asociación civil Frente Teocaltiche por Nuestra Gente encabezó una marcha a la Ciudad de México donde denunció que el Cártel Jalisco, en complicidad con autoridades estatales, se habÃa apoderado de los municipios de Teocaltiche y Villa Hidalgo. Fue recibido en Gobernación, donde le prometieron "crear estrategias para garantizar la seguridad".
"Todo quedó en papel", dicen los activistas del Frente Teocaltiche: el 30 de marzo, dos sicarios entraron a la casa de Alonso y le dispararon en el pecho, el rostro y una pierna.
"Teocaltiche no puede seguir viviendo entre el miedo, la violencia y el dolor", explotó la alcaldesa Margarita Villalobos, quien ha exigido a los gobiernos federal y estatal "respuestas claras y contundentes".
En solo 24 horas se registraron cinco homicidios más. "A una joven que atendÃa una papelerÃa le preguntaron por el domicilio de una persona. Les dijo que vivÃa a la vuelta. Fueron y mataron al que andaban buscando, y al dÃa siguiente regresaron para matarla a ella, porque los habÃa visto", me relatan habitantes del municipio. "De paso, asesinaron a la empleada que se hallaba a su lado".
El crimen organizado habÃa colocado en lugares públicos de Teocaltiche varias cámaras de vigilancia. A su llegada, la reacción de la policÃa estatal consistió en quitar todas las que habÃa en el municipio. Hace unas semanas fue asesinado en su propia casa un empresario restaurantero. "No hay una sola cámara que haya registrado el homicidio", denuncian.
El asesinato del secretario de seguridad Ramón Grande ha llevado las cosas a punto extremo. "Si esto le sucedió a nuestro comisario de seguridad, ¿qué podemos esperar el resto de los pobladores? ¡Ya no queremos a la policÃa estatal en nuestros pueblos! Asesinan a nuestra gente, a cualquier hora, frente a sus narices y nadie hace nada", denuncian los activistas del Frente, que amagó el dÃa de ayer con la creación de unas Autodefensas de los Altos de Jalisco, "por la imparable ola de violencia y la indiferencia de las autoridades".
"No podemos hacernos ni a izquierda ni derecha. Con la estatal, las cosas empeoraron. Ya estaban mal, y ahora pasamos de mal a peor. No hay quien responda. Siguen las muertes, las desapariciones y no hay sombra a la que arrimarse. Estamos en el filo, pero el filo corta".
La complicidad de la policÃa estatal con el Cártel Jalisco no es un secreto para nadie en los Altos de Jalisco. Esa complicidad tendrÃa que atacar el gobierno de Pablo Lemus, si no quiere seguir naufragando.
@hdemauleon
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