Evoluciones
Todo en la vida evoluciona, el tiempo no se detiene un segundo, y yo, estoy envuelta en esas circunvoluciones calladas, en estas evoluciones de mi mundo y mi persona, que son tan, pero tan silenciosas, que solo noto su avance repasando las fechas, comprobando los años, y el paso de la vida.
Todo en la vida evoluciona, el tiempo no se detiene un segundo, y yo, estoy envuelta en esas circunvoluciones calladas, en estas evoluciones de mi mundo y mi persona, que son tan, pero tan silenciosas, que solo noto su avance repasando las fechas, comprobando los años, y el paso de la vida.
En todo este tiempo que me parece fugaz, he ido aprendiendo lecciones, puedo mirarme en retrospectiva, aunque me resulta difícil identificarme con la que era, tiendo a cuestionarme, a flagelarme con interrogantes viejos. Me detengo, no tiene sentido, porto el mismo nombre mas no soy la que comenzó el viaje, y el juicio injusto, recaería en la persona modificada en la que me he convertido.
Estoy consciente y omito mis comentarios, me detengo, me niego a lanzar mis flechas y ocuparme de blanco certero. Adentrarme de nuevo en el pantano y hundirme, no hablaría bien de las lecciones aprendidas.
Sé que este cambio continúo en el que estoy inmersa, no admite medias verdades ni mentiras. Veo, aunque no quiera mirar, observo desde otro escaño, donde el engaño no tiene concesiones, aunque prometa una paz ficticia.
Pienso en las veces que guarde silencio, que me quede con la respuesta atrapada tras los labios como un puñado de argamasa que me ahogaba, cada vez que reprimí comiéndome mis respuestas y me sentí inmovilizada, en esos años en los que como una estatua muda tenía guerra en el corazón.
Afortunadamente la evolución llegó a mis lares y me permitió vivir la alegría de una respuesta a tiempo, sentir la armonía en mi interior cuando te expreso que no necesariamente tengo que coincidir contigo, y, sobre todo, cuando marco mis límites y acoto tus libertades para que no invadan las mías.
Por supuesto, esta demarcación de mi territorio no es muy bien vista por quien atropellaba mis palabras y mi tiempo. No me importa, no puedo dar marcha atrás, me tengo terminantemente prohibido traicionarme a mí misma.
No voy a retroceder buscando culpables en las sombras de mi pasado, las lecciones fueron dictadas por buenos y malos maestros. Lo importante es que crecí y también evolucioné. La resiliencia me envolvió con sus finos hilos, y para sorpresa de muchos esa crisálida se abrió resultándole imposible mantenerse encerrada.
Si te molesta, lo lamento profundamente, la evolución no me ha dejado excluida, era necesario el cambio para mi sobrevivencia y mi paz. La demarcación de espacios y el respeto a mi libertad, son algunas de sus prioridades.
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