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Un Carlos Fuentes precoz

Al año de su muerte, sale a luz una carta inédita donde Carlos dice que quería liberar al proletariado.

Escrito en Opinión el

Una carta inédita que revela la personalidad cosmopolita de Carlos Fuentes desde la temprana edad de 14 años, y un documento que acredita uno de sus primeros triunfos literarios cuando estudiaba la preparatoria en el Colegio Francés Morelos son presentados para recordar al escritor en el primer aniversario de su muerte.
En Chile, donde está fechada la carta de enero de 1943, Fuentes publicó su primer texto a la edad de 12 años: “Estampas mexicanas”, que apareció en el Boletín del Instituto Nacional de Chile. Pero en su carta no adelanta a su amiga un futuro literario sino político, dedicado a “la liberación del proletariado”, aunque ya tiene claro que, aunque estudie Derecho, no ejercerá como abogado.
A continuación, la transcripción textual de la carta:

“Santiago de Chile, 13 de Enero de 1943.
Distinguida Dumbella:
¡Ay Chihuahua! Hasta las gafas se me cayeron al ver que llegaba una carta tuya.
Respecto a mi carrera, lo de médico es pura babosada. Ahora pienso seguir la de abogado, pero tan solo como medio de urgencia, ya que pienso dedicarme en lleno a la política y la liberación del proletariado.
Lo de ir lo dudo mucho.
Por lo visto ya te pasé. Yo mido 1.72 m.
Esa injuria de conquistas de novias no la aguanto ya que mis únicas conquistas serán para las clases obreras. La pura verdad que macanuda colección, solo faltabas vos, che, pibe. Diles a  tus “queridas” apocalípticamente horripilantes, fétidas y chiflado tontibrutisimbecilitis, que tienen cara de pedazo. (Guatch on?).
Dado a lo que me cuentas de la tapanqueña, dile que parece sinónimo de Brusterchild.
Congratulate buck-teeth birti on her 15th.
Esas adivinanzas están pasadas de moda.
Yo también me saqué el premio de mi clase.
Ahora te contaré sobre mi vida política, social e intelectual: Durante la tercera semana de diciembre, mi vida social, tan agitada durante septiembre y octubre, fue dando paso a mi vida política, ya que me dediqué en lleno a estudiar los problemas que afligen a las masas. En lo que va de este año, disque de gracia, he combinado mi vida social e intelectual. El último del pasado, asistí a una pequeña reunión en la sede de la embajada, en la cual permanecimos hasta la 1:15. Días después, Humberto (a) Piernas de Corista Coyoncitus Kubli, offspring del 1er. Secretario de Embajada, Luciano Kubli, y yo, emprendimos la ardua tarea literaria, que, hasta ahora va dando estupendos frutos: una monografía ilustrada sobre hombres y ciudades de América. Otro día, asistí a una comida campestre en el enorme jardín de la Embajada. A nosotros, nos pusieron en una mesa en una terraza rodeada de madreselva y geranios, desde donde podíamos observar a la banda tocando, a las 60 personas comiendo, y al ternero asado dar vueltas sobre su eje y encima de un fuego rosado. De nuestro círculo social, estuvieron, además del que escribe: Claire Calvalhio do Brasil, hija del Adicto Militar del Brasil; Yolanda Rodríguez, hija del Ambassadeur du Mexique; Ana Lida de Vallarino, hija del Mto. de Panamá; Bruster y Humberto. Durante los últimos días, hemos ido muy frecuentemente al Club de Golf a bañarnos.
Para Navidad, me regalaron una potente bicicleta america, tres libros, una billetera de cuero de cocodrilo, etc.
El 23, nos vamos a Zapallar, bella playa cercana, a echar una descansada (oh yeah).
Pues bien, que os vaya bien, y muchos saludos a todos. (No te enojarás porque no pongo cifras estrambóticas).
Carlos
PD Oye, en qué mandaste la carta, en la cola de una tortuga?”.

El documento del Colegio Francés consigna los tres primeros lugares que obtuvo Fuentes en un Concurso de Literatura organizado en 1947, cuando estudiaba la Preparatoria. Por iniciativa del Círculo de Estudios de la institución, se recibieron 103 trabajos, la mayoría en prosa.
Fuentes fue el ganador absoluto de su categoría, como demuestran las elogiosas palabras del jurado, transcritas a continuación:

“PROSA.- En Prosa ocuparon los tres primeros lugares respectivamente: “Rondalla del Sur”, “Senderos” y “Nueve más uno” que, bajo diferentes pseudónimos presentó el talentoso compañero Carlos Fuentes Macías. Su cultura extensa y variada, sus facultades literarias, su genuina y decidida vocación por las letras, auguran para él grandes triunfos literarios en un porvenir no muy lejano.
El estilo de Fuentes, a veces preciosista o exagerado, posee agilidad y sutileza capaces de engendrar obras de valer artístico. Su imaginación es deslumbrante. Las figuras que surgen de su pluma son variadas y amenas. Sus conjuntos son armoniosos y brillantes. Sigue las corrientes modernas de Literatura. Podemos asegurar, sin pretender meternos a profetas, que Carlos figurará en breve en las letras mexicanas y que hoy es, sin ninguna duda, el mejor prosista que se ha revelado en las aulas forjadoras del Colegio Francés de Preparatoria
El H. Jurado Calificador de este Concurso estuvo integrado por los Profesores: Dr. Salvador Mora Lomelí, Lic. José Palafox Águila y Lic. J. Enrique Moreno Tagle”.

Clasifican su legado

La clasificación del archivo de Carlos Fuentes, con miles de páginas, podría llevar a su viuda, Silvia Lemus, un año más, calcula el crítico literario Julio Ortega. “Todavía no se ubica el manuscrito de Aquiles (o el guerrillero y el asesino), pero sí el de sus memorias de infancia (Los días de la vida)”, señala.
Desde hace tiempo, el escritor Ignacio Padilla se ha dedicado a anotar la correspondencia entre Fuentes y el editor Arnaldo Orfila Reynal, un material que fue hallado en los archivos de la editorial Siglo XXI, que lo publicará, “si todo sigue como va”, a tiempo para presentarlo en la FIL de Guadalajara.
“La anotación, bastante profusa, está prácticamente terminada, además de un prólogo en el que intento transmitir al lector el deslumbramiento que para mí significó esa correspondencia escrita cuando yo aún no había nacido”, señala Padilla.
Ortega anticipa que, entre los materiales inéditos de Fuentes, el tomo que podría publicarse sería el de su correspondencia. “Tampoco hay ninguna prisa en publicar la obra inédita de un gran escritor. Yo diría que, más bien, es mejor que vaya saliendo entre pausas reflexivas y sorpresa renovada”.

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