Al menos 20% de los instructores del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), quienes están encargados de llevar la educación básica a alrededor 7.5 millones de personas en las zonas más pobres y marginadas del país, han abandonado sus tareas de maestros por temor al crimen organizado y a la violencia.
Carolina Viggiano Austria, directora del Conafe explica que al reto de "cambiarlo todo", emprender una reforma general a partir del próximo ciclo escolar; porque la calidad del servicio que ofrece no es el suficiente al quedar 22 y 23 puntos por debajo de los resultados promedios cuando se evalúa el desempeño en matemáticas y español en la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE), se agrega el tema de la deserción de quienes hacen tareas de maestros.
Guerrero es el estado en dónde más amenazas se han acumulado en contra de los instructores durante los recorridos que hacen para llegar a los lugares en donde se ofrecen educación preescolar, primaria y secundaria, señala Viggiano en entrevista con EL UNIVERSAL.
"Los padres de familia desalientan a sus hijos a regresar o incorporarse al servicio [de instructores del Conafe] en virtud del temor de que se desplacen al interior del estado o zonas que tenga conflicto".
Hasta ahora no hay registro de agresiones o asesinatos en contra de los jóvenes (mayores de 16 años) en el resto del país, que hacen esa labor solidaria a cambio de una beca de 30 a 60 meses para continuar sus estudios de bachillerato.
Consideran que son elevados los riesgos que corren al caminar por las sierras en largas travesías, por caminos que no existen o de terracería, y lo hacen por las tardes o en las noches.
La funcionaria describe que junto con los gobernadores se prevé desarrollar acciones como incrementar las becas de mil 500 pesos mensuales para estimular que los jóvenes permanezcan en el servicio, pero también para mejorar las condiciones de seguridad de los "maestros".
Para tener dimensión del impacto de la deserción, por razones de violencia y otros factores, el Banco interamericano de Desarrollo (BID) realiza en este momento una investigación en Chiapas, Puebla, Veracruz, Guerrero y San Luis Potosí.
Al iniciar la gestión, dice Viggiano, se encontró con que en el Conafe no existe la suficiente información básica para conocer cuántos instructores y las condiciones de infraestructura en la que se ofrece el servicio educativo.
Reconoce que "las aulas son modestas, son sencillas, pero todas ellas son limpias, son ordenadas porque nuestros instructores tienen una gran fortaleza en la participación de los padres de familia. Nosotros no instalamos ningún servicio si no hay antes una asociación de padres promotores de la educación comunitaria", debido a que como consecuencia de la organización de ellos se instala el servicio en una casa, en un terreno y, además, ofrecen alojamiento y alimentación al "maestro".
"El acompañamiento de la comunidad es importante para el instructor dado que son comunidades que carecen de muchos servicios".
Para este año el presupuesto con el que cuenta es de poco más de 5 mil 800 millones de pesos; 300 millones menos que el año pasado.
Describe que de los 68 mil servicios (aulas), "desafortunadamente aún tenemos esos espacios (bajo un árbol, un tinglado, salones de palitos, de cartón o plástico) en algunas regiones del país". Dice que este año preparan un informe de los servicios que faltan por instalar adecuadamente y así definir los retos del Conafe.
En el caso de los instructores, el mayor reto es lograr un "cambio completo, de todo" para elevar la calidad del servicio. "Hace falta una actualización en todos los sentidos, mejorar la selección de instructores, buscar que tengan mayor nivel educativo, mejorar su formación y capacitación, además de incorporar el uso de la tecnologías", enumera.
Considera que esas figuras "están estancadas desde hace muchos años. Lo que les ofrecemos son lo mismo y las circunstancias han cambiado, las expectativas de los jóvenes son diferentes, el entorno es distinto", por lo que se analiza de qué manera se pueden entregar mejores estímulos.
A partir del siguiente ciclo el modelo sufrirá modificaciones, pues "cambiaremos el proceso completo, la selección, la capacitación, el seguimiento y materiales que han sido cambiados para que tengamos lo que han sido útiles. "Creo que hay que romper este círculo de educación pobre para niños pobres en un espacio pobre en un comunidad pobre... Para esos niños que viven en desigualdad social lo que debemos hacer es llevarles el servicio de mayor calidad para eliminar la desigualdad".

Por Agencia AP

Escrito en Opinión el 30/5/2013 · 00:00

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