El alemán Andre Greipel ganó la sexta etapa del Tour de Francia en un sprint final el jueves y Daryl Impey se convirtió en el primer sudafricano en vestir la playera amarilla de líder general después de quitársela a su compañero de equipo Simon Gerrans.

Bajo una temperatura cercana a los 30 grados centígrados (86 Fahrenheit), Greipel tomó ventaja aproximadamente a 500 metros de la meta y resistió el fuerte embate de Peter Sagan y Marcel Kittel.

"Fue una etapa muy nerviosa la de hoy", dijo Greipel. "Sabíamos que podíamos tomar la ventaja con el sprint y estábamos preparados para ello".

Greipel, de 30 años, dedicó el quinto triunfo de su carrera en una etapa del Tour a su compañero de equipo con Lotto-Belisol, Jurgen Van den Broeck, que tuvo que abandonar antes del inicio tras no poder recuperarse de una lesión de rodilla tras un choque el miércoles.

Mark Cavendish quedó atrapado en un choque cerca del final de la etapa y gastó mucha energía en pedalear para reintegrarse al pelotón frontal. Terminó en cuarto sitio un día después de ganar una etapa del Tour por 24ta ocasión en su carrera y cerrar distancia con su archirrival Sagan en disputa por la playera verde.

El triunfo de Greipel lo colocó sobre Cavendish y en segundo lugar general, 29 puntos detrás de Sagan. El tercer lugar Cavendish se encuentra a 40 puntos debajo de Sagan. Con una victoria Cavendish habría empatado con Andre Leducq en el tercer lugar de la lista de ganadores de atapas de todos los tiempos en la carrera de 110 años de historia.

"Hoy lo hicimos al pie de la letra y estamos realmente felices", dijo Greipel, elogiando a sus compañeros de equipo.

Por su parte, Impey se apoderó de la playera de líder que estaba en poder de su compañero de equipo de Orica Greenedge.

"Es un día histórico para Sudáfrica, el primero en vestir la playera amarilla", dijo Impey, de 28 años. "Definitivamente cambiará mi vida. Esperemos que la gente empiece a reconocerme, tal vez".

Impey ahora enfrenta un desafío más duro el viernes con una séptima etapa de Montpellier a Albi, que incluye un ascenso de cuatro millas categoría dos en Col de la Croix de Mounis. Es sólo el inicio de los días de exigencia en la carrera.

Los ascensos realmente difíciles inician mientras la ruta se dirige a las altas montañas por primera vez en la octava etapa del sábado en los Pirineos. Y la novena etapa, el domingo, es aún más complicada, con cuatro ascensos consecutivos categoría uno.

El primer día de descanso del Tour es el lunes.

Por El Universal

Escrito en Opinión el 4/7/2013 · 00:00