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Deleita retrato materno

Angelina Peláez y Arturo Beristain conmueven y divierten con "Una vez más por favor", en el Teatro del Bicentenario.

Escrito en Opinión el

Humor, nostalgia y una pizca de poesía en el montaje de Mario Espinosa.

Una madre bien escogida basta para pintarlas a todas. Y así sucede con la del dramaturgo canadiense Michel Tremblay, quien pinta todo un homenaje a la figura materna en “Una vez más por favor”.

La creación de Tremblay ha servido para traer por segunda ocasión a la Compañía Nacional de Teatro al Teatro del Bicentenario, en una puesta en escena de Mario Espinosa y entrañablemente actuada por Angelina Peláez y Arturo Beristain.

El montaje, ofrecido este sábado y domingo, es un viaje al arcón de recuerdos de un hombre, quien tras decir el medio centenar de obras clásicas que no se verán en lo noche, se dedica a revivir, nunca mejor dicho, la memoria de su madre.

Así como los muebles cubiertos por sábanas blancas van haciéndose visibles sobre el escenario, van aflorando también diálogos y momentos que el narrador (Beristain) fue viviendo dentro de la vida sencilla y discreta con su madre (Peláez).

La inmersión en el mar de las nostalgias lleva un orden cronológico y abarca que el narrador tiene 10 años y su madre le recrimina que se meta en problemas por andar “de borrego” con sus amigos; hasta los últimos meses de ella, en que, más que los dolores de una enfermedad, lo que le preocupa es “quién va a darle la cucharada de leche de magnesia a tu padre, todas las mañanas”.

El humor se erige como el activo más importante de la pieza, pero de un modo más cercano al chisporroteo del ingenio y la sorpresa, que de una colección barata de chistes. Le obra de Tremblay también toma distancia de la sensiblería y permite que sea la antisolemnidad la que verosimilitud a los personajes.

Brillante, vivaz y graciosa luce Angelina Peláez, que con este montaje se obsequió un homenaje por su amplia carrea. Beristain no le queda de ningún modo a la zaga, reflejando las distintas edades de su personaje sin trucos ni accesorios y exhibiendo una gran honestidad actoral.

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