Durante la celebración eucarística para la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), el Nuncio Apostólico en México, Christopher Pierre, señaló que es urgente reconocer y alzar la voz sobre el problema de la trata de personas.

"Nosotros gritamos con fuerza nuestro no rotundo a la esclavitud, nuestro no decidido a la trata de jóvenes, de hombres y mujeres. Es nuestra carne la que se vende, la misma carne que tengo yo, que tenemos todos, la misma que los criminales de nuestro mundo ponen en venta y ante ello no podemos callar", dijo Pierre.

"Nosotros que tenemos fe no podemos conformarnos, nos negamos rotundamente a justificar la barbarie que los criminales hacen con la trata de personas, no podemos ni debemos conformarnos y por ello no debemos callar".

Al final de la celebración realizada en la Basílica de Guadalupe, a propósito de la quinta conferencia regional para América Latina y el Caribe (UMOFC), Mónica Santamarina, vicepresidenta regional, leyó las conclusiones del encuentro, que tienen como eje sensibilizar, prevenir y hacer actuar a todos los actores sociales para disminuir el problema de la trata de personas en el mundo.

"Queremos lograr vinculación entre redes sociales para exigir, como Iglesia y como sociedad civil, un trabajo conjunto con el sector gubernamental a fin de implementar políticas de Estado que contrarresten los avances del fenómeno de la trata en todas sus manifestaciones", dijo.

Según estimaciones de 2012 de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), 20.9 millones de personas son víctimas de explotación sexual y laboral e nivel mundial, señaló Santamarina.
Tanto la autoridad eclesiástica como la representante de la UMOFC coincidieron en que el problema de trata no debe ser omitido y silenciado e hicieron referencia a la posición del Papa Francisco respecto a que la trata de personas es la esclavitud más extendida en en siglo 21.

Otras acciones que la UMOFC tomará son profundizar la toma de conciencia a nivel social sobre el problema, involucrar a comunidades eclesiales y de otros credos "en la transformación del silencio y la omisión, en acción profética y cálida atención de las víctimas", y estimular el trabajo con organizaciones a nivel local, regional y mundial para intercambiar buenas prácticas y un quehacer colaborativo orientado a la atención, rescate y recuperación de todos los afectados, concluyó la representante regional de UMOFC.

Esta unión de mujeres se fundó en 1910 y actualmente representa a 100  organizaciones de 66 países, a la cual pertenecen alrededor de 5 millones de mujeres católicas y tiene como objetivo promover la presencia, participación, y corresponsabilidad de las mujeres católicas en la sociedad y en la Iglesia para que puedan cumplir con su misión evangelizadora y trabajar por el desarrollo de los pueblos, particularmente aumentando las oportunidades de educación, reduciendo la pobreza y la promoción de los derechos humanos, se lee en una reseña del grupo.

Por Reforma

Escrito en Opinión el 12/4/2013 · 00:00