Con el objetivo de recaudar fondos la Asociación Vida y Familia (VIFAC) realizó la conferencia “Obras son amores y no buenas razones” impartida por Betty Muñoz de Abugaber, en las instalaciones del auditorio Pricipal del Instituto Tecnológico de Monterrey Campus León.
A la conferencia asistieron alrededor de 100 personas, quienes con el costo de su entrada, 50 pesos, ayudarán a los proyectos de la institución que atiende a mujeres embarazadas, donde se les brinda capacitación en educación, belleza, corte y confección, manualidades, computación, además ayuda psicológica, asesoría legal y desarrollo humano.
También estuvieron presentes los anfitriones de la conferencia Enrique Gómez Tamez y Alicia López, presidentes de la asociación, así como Linnet Rodríguez, directora, y Alejandro Velasco, fundador.
“Este es un evento en favor de Vida y Familia que nació hace 12 años para dar calor social estamos muy contentos hace poco estrenamos nuevo consejo, nos renovamos ahora la mayoría del consejo es joven ellos nos inyectan fortaleza y espíritu para continuar con nuestra misión”, comentó Alejandro Velasco.
Betty Muñoz de Abugaber, agradeció la invitación y la oportunidad de sumarse a esta causa, “yo hoy más que explicarles o convencerlos de algún tema vengo a que nos motivemos mutuamente a comprometernos para hacer algo por la sociedad, no hay mayor satisfacción que regalarnos y donar a los demás, es donde los seres humanos encontramos nuestra plenitud”, indicó.
Durante una hora destacó la importancia de la generosidad, enfatizó en el interés que se le pone a las cosas materiales y en ocasiones se deja de lado el apoyo al prójimo, recalcó que con voluntad se puede lograr una cultura de amor y ayuda a los demás.
La conferencista además de ser madre de familia y esposa, es orientadora familiar y cuenta con un diplomado en Bioética, Desarrollo Humano y es catedrática en diferentes instituciones educativas, además es colaboradora del Instituto de la Mujer de Guanajuato.
Al término de la conferencia se ofreció un brindis que consistió en canapés y vino tinto, que fue servido por el hotel La Nueva Estancia.