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Estafan a agricultores

Decenas de campesinos fueron engañados por comercializadoras que les robaron toda su producción.

Escrito en Opinión el

Jesús Cabrera Mosqueda perdió toda su cosecha. Una empresa comercializadora se la robó.
“Les dimos casi 80 toneladas de sorgo y con todo se fueron”, dice el campesino con tristeza.
“Tenía como 5 años esa empresa aquí, yo no les vendía a ellos, pero cuando vimos que pagaba rápido les llevamos los granos”.
Recuerda que de un día para otro, la empresa desapareció, con todo y la producción de decenas de campesinos.
“Se las llevaron rápido. Si las hubieran dejado unos días ahí, se las quitamos, pero desaparecieron con todo”.
Don Jesús perdió alrededor de 318 mil pesos en granos. Y como él, decenas de campesinos más de la región de Pénjamo y Abasolo fueron estafados.
Hasta el momento suman 20 denuncias contra la empresa que los defraudó, pero el número de afectados podría sumar más de 80.
La empresa se llamaba Agroproductores del País, y manejaba fondos públicos a través de programas de subsidios federales.
Fraude masivo
De acuerdo a información obtenida por AM, la empresa se constituyó el 24 de septiembre de 2008 y fue inscrita en el Registro Público de la Propiedad dos días después.
Los accionistas dijeron ser vecinos de San Miguel el Alto, Jalisco.
A los pocos meses de haberse constituido, la empresa recibió fondos públicos para la comercialización de granos.
Según testimonios de campesinos, al principio la empresa cumplió con rapidez con los pagos acordados, lo que generó confianza entre agricultores de las comunidades Estación Pénjamo, Pedregal de Arriba, Pedregal de Abajo, Noria de Barajas y San Gabriel.
Sin embargo, hace poco más de un año la empresa cerró abruptamente sus puertas.
La entrada a la comercializadora actualmente está bloqueada con piedras, el portón de malla ciclónica es detenido con otra piedra y un alambre.
Durante el día sólo un perro sirve como vigilante del lugar y de acuerdo con los campesinos defraudados, en la noche llega una persona a velar.
El velador les dijo que las instalaciones al parecer ya no pertenecen a la empresa que los estafó.
A un costado del acceso principal, en un letrero oxidado se pintó desde hace unos días el nombre de la empresa Distribuidora de Granos S.A. de C.V. Sin embargo en los silos de almacenamiento para granos, se puede observar aún la razón social Agroservicios Guanajuato, que tiene su domicilio fiscal en San Miguel el Alto, Jalisco.
Esta otra empresa también recibía recursos públicos.
Pierde 16 toneladas
De 23 toneladas de sorgo que vendió a Agroproductores del País en noviembre de 2011, Héctor Valle Flores sólo pudo cobrar 7; de las demás no recibió ni un solo peso.
“Eran 90 mil pesos y me dieron 30 mil, los otros 60 mil pesos me los deben y esto pues ya hace más de un año. Nos ha ido mal por todos lados, se siente uno solo, tan mal nos ha ido que hasta la cosecha del trigo se nos heló”.
Dijo que esa temporada la comercializadora ofreció pagarles el kilo de sorgo a 4 pesos, lo que consideraron como bueno y por eso decidieron llevar ahí su cosecha.
El campesino entregó en un primer cargamento 10 mil 640 kilos de granos a la empresa, con un valor de 42 mil 580 pesos, el día 11 de noviembre.
Después en un segundo cargamento les llevó 12 toneladas 960 kilos que valían 51 mil 840 pesos, de acuerdo a los recibos que le dieron.
En total entregó 23 mil 600 kilos, por los que recibiría 94 mil 420 pesos y sólo le dieron un cheque por 30 mil.
Lo estafan con 124 mil
A Javier Cano Cerda le ofrecieron pagarle su cosecha “en tres días como máximo”. Pero esos tres días se han convertido en casi 19 meses: sigue sin poder cobrar los 124 mil 300 pesos que valían las 31 toneladas de granos que fueron entregados a Agroproductores del País.
“Ofrecieron comprarle a uno la semilla, entonces va uno y se las lleva, me dijeron venga para pagarle y darle el cheque a los tres días. Va uno y nada, así nos trajeron a las puras mentiras y al final de cuentas se fueron”, dijo el agricultor.
Platicó que cuando pasa frente a las instalaciones de la empresa que le robó su cosecha, prefiere no voltear porque se siente impotente por no recuperar nada de su dinero.
“Es un coraje muy grande, uno como campesino siempre se lleva la peor parte, nos dan todo muy caro para sembrar, le metemos mucho trabajo a las tierras, pero todo lo que hacemos es de forma honrada, con muchos esfuerzos y que de un día a otro lleguen estas gentes y nos roben, es algo muy fuerte, porque nos dejan endeudados por todos lados”.
El pasado 8 de enero Javier Cano puso una demanda contra la empresa que lo estafó, la cual quedó registrada bajo el número de orden M-04/13.
Fallece sin poder cobrar
En noviembre de 2011, José Refugio Ventura entregó su cosecha de sorgo a Agroproductores del País. Y murió sin poder cobrar.
El campesino falleció el 1 de noviembre de 2012, casi un año después de haber sido defraudado.
Días antes de fallecer, José Refugio le dijo a su esposa que estaba muy enojado porque le habían robado el producto de su cosecha.
Ahora, María de la Luz Guerrero, esposa de José Refugio, demandó a esta empresa para intentar recuperar el dinero.
“Mi esposo estaba muy preocupado antes de morir, le dio mucho coraje que le robaran de esa forma, uno trabaja de la noche a la mañana, con muchos esfuerzos, con la ayuda de los hijos que traemos por allá en los Estados Unidos y es muy feo que nos roben de esta forma porque no le hacemos mal a nadie”.
Platicó que su esposo en vida le entregó 2 mil 970 kilogramos de sorgo a la comercializadora.
“Voy a pelear el dinero de mi esposo, que aunque sea poquito nos hace mucha falta, sólo espero que se nos haga justicia porque esas personas que se llevaron el sorgo tenían mucho dinero y no se vale que sigan haciendo más daño a los campesinos”.
‘Nos dejaron con puras deudas’
Francisco Pacheco Carrillo perdió toda su producción y se quedó endeudado, pues había pedido créditos para sembrar la cosecha.
“Ya ni la amolaron estas gentes, nos dejaron con deudas por todos lados. Tenemos drogas aquí y allá, no encontramos la forma de salir de esto, mejor nos hubieran dicho que no tenían dinero para pagar y nos hubieran regresado los granos”, dijo el campesino, enojado.
Recordó que el gerente de la empresa le ofreció pagarle en tres días su cosecha, pero nunca le pagaron ni un peso.
“Fuimos víctimas de estos ladrones. Aunque ya puse mi denuncia desde enero, no se ha hecho nada, parece como si las autoridades los protegieran. Ellos trabajaron varios años aquí en la comunidad, por eso confiamos, pero ya vimos que no eran gente de bien”.
El agricultor entregó un total de 9 mil 220 kilogramos de sorgo, con un valor de 36 mil 680 pesos.
Le quitan 80 toneladas
A Jesús Cabrera Mosqueda le robaron 80 toneladas de sorgo, con valor de más de 300 mil pesos.
Ahora no sabe cómo pagará la deuda bancaria que adquirió para sembrar.
Explicó que al entregar las primeras toneladas de los granos, recibió un cheque por 137 mil pesos, que nunca pudo cambiar porque no tenían fondos.
Cuando fue a reclamar, le pidieron que se esperara unos días para cambiarlo. Así estuvo por algunos meses, hasta que comprendió que todo era un engaño.
“Nos decían que sí nos iban a pagar, pero todo eran puras mentiras. Ahorita no tenemos dinero para sembrar, lo poco que conseguimos con gente que nos prestó, lo usamos para una parte de la tierra nomás, ya no sabemos qué hacer”.

Dan a Universidad cheques sin fondos

En la misma zona agrícola de Pénjamo y Abasolo ocurrió otro fraude en el que están involucradas dos empresas.

Una de las afectadas con este fraude resultó la Universidad de Guanajuato.
Carmen Rangel Carbajal, representante legal de la Universidad, demandó a la empresa Agroproductores Unidos del Nuevo Milenio, por el incumplimiento de pago de su producción de maíz blanco entregada el año pasado.
La demanda se interpuso por la afectación hacia la División de Ciencias de la Vida, que pertenece al Instituto de Ciencias Agrícolas y quedó asentada bajo el número de expediente 0017/2013, en el Juzgado de Partido Primero Civil de Pénjamo, el pasado 19 de abril.
“Hay información que está un poco reservada, pero pues efectivamente la Universidad de Guanajuato demandó a estas personas (Agroproductores Unidos del Nuevo Milenio), a través de la División de Ciencias de la Vida, se le entregó también producto y pues hizo el pago de los cheques los cuales (estaban) sin fondos”, declaró la representante legal de la UG.
Aunque omitió dar a conocer la cantidad de dinero con que fue defraudada la institución.
“Cualquier cantidad, sea muy elevada o sea mínima, le causa perjuicio a la Universidad y a sus intereses, porque todo está fiscalizado, todo eso nos repercute, aunque sea mucho o sea poco, entra la Dirección de Asuntos Jurídicos, nuestros abogados están para cuidar los intereses de la misma”.
Mencionó que espera un acercamiento con los dueños de la empresa para negociar o realizar algún convenio, sin tener que llegar a un juicio prolongado.
“Buscamos un acercamiento, pero no tenemos la manera de localizarlos. De repente se tardan un poquito, nosotros seguimos el procedimiento, pero a veces hasta la mera hora del remate ya es donde se acercan, por eso tratamos de llevar las cosas así, nosotros también estamos sujetos al órgano de fiscalización, por eso rápidamente hacemos las gestiones judiciales, pero ya cuando se acercan, vamos directamente a Justicia Alternativa”.
Afirmó que cuando se llega a un convenio en Justicia Alternativa, normalmente se les da un periodo de hasta 6 meses para resarcir el daño, lo cual ha surtido efectos en algunas ocasiones.
Agroproductores Unidos del Nuevo Milenio (la empresa que demandó la Universidad) pertenece al mismo grupo que Agroproductos Fertijoaquín.
Ambas empresas se localizan en un domicilio ubicado sobre la carretera Irapuato-Cuerámaro, a un costado de las vías del ferrocarril de la comunidad de Estación Joaquín.
Agroproductos Fertijoaquín, fue constituida el 21 de julio de 1997, mientras que Agroproductores Unidos del Nuevo Milenio, fue creada en julio de 2008.
Actualmente sus instalaciones siguen utilizándose como comercializadora de granos, pero ahora con la razón social Transporjoaquín S.A. de C.V., empresa que se constituyó en diciembre de 2011.

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