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Balean a Tránsitos en la Andrade

Disparan contra agentes de Tránsito, delincuentes disfrazados de pollos, que huían tras un asalto. Un agente resultó lesionado y está delicado: el otr

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Dos agentes de Tránsito Municipal fueron baleados por tres hombres que minutos antes asaltaron a trabajadores y robaron un auto, en la colonia Andrade.
Uno tiene heridas graves, el otro se lastimó un brazo al caer de su motocicleta.
“Les vaciaron la pistola, yo vi y pensé que ahí iba a quedar (el agente)”, dijo un testigo.
La balacera ocurrió a las 2:30 de la tarde en la calle Madrid, entre Oslo y Roma. A unos metros, papás recogían a sus hijos en una escuela.
Una hora después el vehículo robado, en el que escaparon los ladrones, fue localizado en una pensión de la calle Leandro Valle, en la Zona Centro.
Cerca de las 2 de la tarde, la empleada de una agencia de Lotería Nacional que tiene varias sucursales en la ciudad, llegó al establecimiento ubicado en la esquina de la avenida Américas y Calzada de los Héroes.
Iban en un Nissan Platina, cuando se estaban estacionando ambos, conductor y empleada fueron amagados; a ella le quitaron dinero y documentos.
Ambos fueron obligados a bajar del vehículo, al que subieron los ladrones y escaparon en él y en un Cavalier rojo rumbo a la calle Madrid.
Los agentes de Tránsito Luis Pérez Hernández, de 29 años, y Juan Manuel Torres Lango, de 28, fueron los primeros en recibir el reporte del robo; estaban cerca, patrullando en dos motocicletas.
Los autos reportados, en los que iban los asaltantes, fueron vistos en la calle Madrid; los agentes se acercaron.
En el cruce con la calle Oslo, frente al número 302, los delincuentes se detuvieron y bajaron del vehículo rojo para abordar el Platina.
Vacían armas
Antes de subir vaciaron sus armas contra los elementos de Tránsito.
“Se tuvo el reporte de robo a una persona del sexo femenino. Los tránsitos los ubican en la calle Madrid, más adelante se bajan tres individuos y los empezaron a agredir a balazos”, informó en el lugar Francisco Javier Aguilera Candelas, director de la Policía Municipal de León.
El agente Luis Pérez Hernández recibió un impacto de bala que le perforó el glúteo derecho y salió por el abdomen, lesión que hasta ayer lo mantenía grave.
Su compañero Torres Lango cayó sobre su brazo izquierdo al intentar protegerse con su motocicleta.
“Cada uno (de los delincuentes) traía armas de fuego y todos las vaciaron; fueron fácil 15 tiros. Yo me escondí y vi pasar el Platina arena para Mariano Escobedo. Después el tránsito caminó hacia la calle Roma y escurría sangre”, narró un vecino que fue testigo.
En el lugar del tiroteo abandonaron el auto Cavalier que adentro tenía un par de esposas y dos teléfonos celulares; escaparon en el Nissan.
Autoridades de Policía Municipal informaron que los ladrones vestían disfraces de pollos, pero los testigos desmintieron esta versión.
“No estaban vestidos como pollos, más bien tenían cascos de motociclistas”, dijo un vecino.
No encuentran a ladrones
Elementos de Tránsito Municipal acudieron con rapidez a auxiliar a sus compañeros, mientras el reporte fue pasado por el radio a toda la corporación de la Policía Municipal.
Inmediatamente se colocaron filtros de revisión en los bulevares Mariano Escobedo y Francisco Villa, y también en el Centro, pero hasta ayer los delincuentes no habían sido localizados.
Paramédicos de Bomberos llevaron a los agentes a una clínica del Seguro Social, donde hasta ayer por la noche el oficial Pérez Hernández continuaba delicado.
Durante la inspección en la escena, peritos de la Procuraduría de Justicia localizaron 11 casquillos percutidos al parecer .9 milímetros, además de una ojiva.
En la zona, cerca de dos horas se vio afectada la circulación de vehículos y personas.
Las investigaciones quedaron en manos de agentes ministeriales.

Viven niños pánico

El miedo se apoderó de niños que esperaban a sus papás para ir a casa.
Decenas de alumnos de la primaria y jardín de niños fueron testigos de los balazos que recibieron elementos de Tránsito Municipal.
Su refugio fue el colegio y las heroínas las maestras.
“Las maestras fueron las heroínas porque metieron a todo mundo a la escuela para protegerlos, actuaron muy bien”, dijo una madre de familia.
Como todos los días a las 2:30 de la tarde, el cruce de las calles Oslo y Madrid se llena de vehículos: los papás van por sus hijos al Instituto Lomas del Sol.
Mientras los esperan, los niños se divierten en el patio, en los juegos, desde donde se puede ver la calle.
Ayer ellos vieron pasar dos coches a toda velocidad; minutos después ocurrieron las detonaciones.
Los gritos de miedo se oyeron enseguida, los pequeños comenzaron a llorar y a correr.
Pero las maestras actuaron con rapidez y eficacia.
Sin dejar pasar un minuto más, pidieron a niños y papás que estaban en el pórtico, que se refugiaran en el colegio.
“Nos dijeron ‘métanse rápido porque voy a cerrar la puerta’, y de verdad que lo hicieron muy bien, protegiéndonos a todos”, recordó una mujer aún temblando de miedo.
Policías y agentes de Tránsito cercaron las calles con las patrullas y poco a poco los papás fueron saliendo con los niños para abordar sus vehículos.
“Vamos a tener cerrado hasta que pase todo y poco a poco salimos, ¿está bien?”, dijo con voz alta una maestra.
“Todos estamos bien gracias a Dios”, se limitó a decir la educadora.
La calma llegó nuevamente cuando las patrullas se retiraron.
“Nadie está a salvo en ningún lugar, por eso es vital cuidarnos entre nosotros”, finalizó una mamá.

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