Ildefonso Loera busca restaurar arriero robado
Recuperan la estatua y el escultor que creó el monumento a la industria curtidora detalla los desperfectos que le hicieron
El Ministerio Público ya recuperó la escultura del arriero que fue robada del Malecón del Río. Ildefonso Loera Hernández, creador del monumento a la curtiduría, narró la creación, robo y recuperación de su obra.
“El arriero se hizo para conmemorar la forma de transportar los cueros, al principio iban a ser dos burros pero se sugirió que fueran tres por recordar los 300 años de curtiduría en la ciudad”, indicó el escultor.
A decir del artista, el día en que se planeó hacer las mejoras al Malecón del Río de Los Gómez asistieron ocho personas, entre ellos de la oficina de Proyectos y de la industria curtidora.
“Querían poner unos macetones jardineras y no sabían bien qué hacer, luego se propuso una escultura y alguien dijo que una descarnadora. Yo, que no fui invitado, al ver que estaban algo perdidos les propuse hacer una escultura para conmemorar cómo se transportaban las pieles, fue así que me pidieron les hiciera un modelo”, dijo el escultor que buscaba al arriero entre sus estanterías repletas de estatuillas multicolores.
En 2005 se solicitó a Ildefonso Loera Hernández una muestra de su trabajo, para ello hizo un modelo de plastilina que mostraba a un hombre mezcla de raza indígena y afroamericana, que eran los encargados de transportar las pieles en burro.
“Después de que entregué el modelo un día vi el periódico y decía que se había aprobado el presupuesto para el arriero, fui a la oficina porque a mí nadie me decía nada y en eso me dijeron que sí se iba a hacer la escultura y tenía un presupuesto de 820 mil pesos para hacerlo”, dijo.
Las características del arriero estaban pendientes cuando un repartidor de materiales llegó a la puerta del artista.
“El muchacho me llevaba poliestireno y en cuanto lo vi supe que era la figura que quería para la estatua, incluso llegó con el pantalón con pechera, de tirantes, le dije que dejara las cosas y hasta le tomé fotos en la pose que ahora tiene el arriero, nunca supe cómo se llamaba el muchacho”, recordó Lorea Hernández.
En enero comenzó el trabajo de construcción, se armó de paciencia y de una cámara fotográfica para buscar a los burros idóneos.
“Cada burro tiene su personalidad, no son burros cualquiera”, comentó entre sonrisas.
Un plazo de 13 semanas se llevó la manufactura del arriero y 15 trabajadores le ayudaron a construir la figura de bronce.
Con un metro 70 centímetros de altura y tres burros de tamaño natural, la obra fue entregada al Municipio en abril y para el mes siguiente ya fue instalada a la altura de la colonia San Agustín.
El robo
El primer ataque al arriero fue pocodespués de instalado, alguien le rompió la vara con la que guiaba a los animales.
El 10 de diciembre de 2012, la noticia de que el arriero fue robado llegó a los periódicos locales y Loera no lo podía creer.
“Veo el encabezado, compro el periódico y me doy cuenta, no lo creía... me habló un hermano para decirme y luego fui a ver cómo le habían serruchado el pie para robárselo, me dio mucha tristeza pensar la poca cultura que tenemos”, platicó.
“Algunos vecinos me dijeron que vieron cuando se subían al arriero como para tumbarlo, dijeron que hablaron a la patrulla pero parece que nunca llegó”.
Tras el robo el Ministerio Público inició una investigación bajo la averiguación previa 22679/12 y según la marca en el pecho del arriero, dio frutos el 3 de febrero del 2013.
“Me llamaron de la oficina de Desarrollo Urbano, que ya tenían el arriero y yo me emocioné y pensé que por lo menos no lo habían desmantelado o fundido”, dijo.
La pieza de bronce ahora está en el estudio, en la mesa de su creador, a la espera de que el Municipio autorice el presupuesto de 350 mil pesos para su reparación, que incluye poner las tres colas a los burros, las pieles de bronce que faltan, la restauración del arriero y el pulido que requieren para qu