La Casa de Apoyo a la Mujer se encarga de ayudar a mujeres que sufrieron abuso físico o emocional, ahí reciben terapias y talleres de aprendizaje general y sicológico.
En sus 14 años la Casa de Apoyo a la Mujer ha apoyado a más de 15 mil mujeres y a sus familias en la resolución de su situación de violencia, atiende también a hombres y a adolescentes y jóvenes para prevenir violencia en el noviazgo.
Para llegar a más mujeres esta asociación proyecta construir un edificio en la zona de Las Joyas, de gran densidad poblacional. La Carrera AM y Al Día, que se llevará a cabo el próximo domingo a las 8 de la mañana, será a beneficio de esta institución.
El costo de inscripción es de 180 pesos, para las categorías de 5 y 10 kilómetros, para mayores informes se puede comunicar al teléfono 7 88 21 00 de AM.

Aprende a perdonar infidelidad

Una infidelidad de su esposo acabó con la confianza de Blanca Estela Calderón, pero la Casa de Apoyo a la Mujer la ayudó a perdonar.
“Tenía a mi familia pero me sentía como un zombi, no pareciera que fuera vida, mi confianza fue traicionada y yo me hundía cada vez más”, dijo.
Sus cuatro hijos aún dependen de su papá, y permanecer al lado de su pareja para no dejarlos desamparados era una opción que no contemplaba, hasta que recibió apoyo.
“Es aquí donde te das cuenta de qué tan alta es tu autoestima, no sabes en qué momento puedes caer... a mí me tocó, pero ya no pienso en eso, ahora pienso en lo mejor para mí y mi familia”, dijo Blanca Estela.
Hoy ve trabajar con objetos reciclables como su manera para de ganar dinero.
“Es difícil, pero como pareja lo estamos llevando, nadie dijo que sería fácil pero gracias a la asociación estamos logrando muchas cosas, en especial yo”, aseguró Blanca.

Consigue aceptar su enfermedad

María de la Luz Montoya pudo superar y controlar la fibromialgia gracias al apoyo físico y mental que recibió de la Casa de Apoyo a la Mujer.
Hoy es una persona diferente, acepta su enfermedad y sólo piensa en salir adelante.
“Antes me sentía muy cansada siempre, no me gustaba esta estar en mi casa, quería salir adelante pero no podía, era algo muy extraño”, dijo María, casada y con tres hijos.
Habitante de Las Joyas, ir al sicólogo no era una opción.
Gracias a la asociación las peleas con su esposo disminuyeron, sus hijos la apoyan y  sus malestares físicos son menos.
“Ahora hay una conversación real y somos, creo yo, una familia más unida; es donde te das cuenta de que una enfermedad puede cambiar tu vida y una asociación rescatarte del abismo”.

Logra la armonía familiar

Sanjuana Salazar cambió su manera de vivir, el resentimiento se fue y el perdón logró la armonía familiar, con ayuda de la Casa de Apoyo a la Mujer.
La constante falta de dinero y el estrés que se vivía en su casa desde mucho antes de casarse le causaron rencor hacia su papá.
“Antes de entrar a la asociación era estar todo el día de malas, no hablar y simplemente gritar y hacer pleitos, pensé que yo no tenía nada que ver, pero después entendí que yo también era parte de la violencia”, dijo.
Cuando su papá falleció buscó apoyo porque la familia tenía conflictos de violencia.
Asistió a los talleres de la Casa de Apoyo a la Mujer y se dio cuenta de que necesitaba superar el resentimiento.
“Hoy me siento liberada, primero me perdoné a mí misma y después a mi padre”.

Supera abandono de marido

La vida de Sandra después de que su esposo se fue a Estados Unidos para buscar una vida mejor, no fue la misma.
Con un hijo, la desesperación de no saber de su marido por mucho tiempo la obligó a salir adelante por ella misma, aunque no fue fácil.
Secretaria de la parroquia donde ella vive, en la colonia Las Joyas, sentía que algo le faltaba, la felicidad que su marido había robado con su ausencia.
Al conocer Casa de Apoyo a la Mujer se dio cuenta de que necesitaba ayuda.
“La decepción por el abandono que sufrí fue un detonante que ayudó para que las cosas salieran de esta manera de acercarme a la asociación, no me arrepiento ya que ahora estoy bien conmigo misma y cerré el ciclo con mi pareja, aunque no tengamos un divorcio oficial”, dijo Sandra.

Recupera tranquilidad

María del Rocío Gutiérrez es el ejemplo de que con la perseverancia se puede tener una vida armónica.
“Tengo dos hijos y después de que fui despedida sufrí mucho porque soy madre soltera, aparte de que en la profesión era muy peligroso”, dijo la joven.
Su trabajo, que resultaba hasta peligroso, la dejó con miedo hasta de salir a la calle.
“Era horrible, yo no quería ni salir, sólo quería estar dormida y eso me impedía estar al pendiente de mis hijos”, dijo.
Su tratamiento antes de llegar a la casa de apoyo consistía en medicamentos para la depresión, cuando se acercó a la casa de apoyo supo que había otras maneras de salir adelante.
Hoy es una mujer independiente que sale adelante con sus hijos y que pretende terminar la preparatoria para luego estudiar en la universidad.

Por Redacción AM

Escrito en Opinión el 28/4/2013 · 00:00