¡Cómo sufren! México vence a República Dominicana en su debut en la Copa Oro
Edson Álvarez y Raúl Jiménez destacan en una sufrida victoria de México ante miles de paisanos
Edson Álvarez , Raúl Jiménez y César Montes anotaron y México sacó una sufrida victoria de 3-2 sobre República Dominicana, en el debut de ambas selecciones en la Copa Oro 2025.
Aunque la Selección Mexicana dio chispazos en el primer tiempo, terminó pidiendo la hora ante un rival que por momentos acalló el SoFi Stadium de Inglewood, California.
Previo al juego, en los alrededores del estadio se dieron algunas manifestaciones contra las redadas federales contra migrantes latinos. No se reportaron incidentes y el juego se desarrolló sin problemas.
En lo deportivo, el Tricolor dejó muchas dudas, aunque se mantiene como favorito para ganar esta Copa, luego de coronarse en la Nations League hace un par de meses. El próximo partido será el miércoles 18, ante Surinam.
El juego
Como se esperaba, México arrancó con el dominio del balón, aunque sin tranquilidad para armar llegadas claras en los primeros 10 minutos.
Dominicana, que abrió con cierta valentía, se echó atrás con el paso de los minutos, apostando al pelotazo como vía de ataque y desahogo.
La primera de peligro a favor del Tri llegó hasta el minuto 18, cuando Roberto Alvarado escapó por el centro y alcanzó a disparar sobre la salida del arquero, Xavier Valdez. El balón rebotó en el meta y le quedó franco a Santiago Giménez, quien voló el contrarremate.
Más exigente para Xavier Valdez fue el disparo de Raúl Jiménez un par de minutos después, desde el balcón del área. El arquero isleño rechazó hacia su izquierda, ya en pleno agobio.
Lo que parecía un día de campo se nubló a partir del minuto 25, cuando el Tri bajó el ritmo y Dominicana se envalentonó para llevar la bola al campo contrario. Un par de veces se plantaron en la cara de Malagón, ya apurado para evitar el primero, mientras la sombra del abucheo ya recorría las tribunas del SoFi.
Gol de Edson Álvarez
Cuando el camino parecía ir directo al abucheo de medio tiempo, Edson Álvarez tranquilizó todo con un sólido cabezazo en tiro de esquina.
Así cayó el 1-0 para México, al minuto 45, inmerecido por lo poco creado, pero suficiente ante un rival más duro de lo esperado.
La celebración de Álvarez, besando el escudo de la Selección Mexicana y dedicando el gol a los fanáticos, pareció una forma de protesta ante la tensión política y social que se vive en Los Ángeles por las redadas federales contra inmigrantes, muchos de ellos mexicanos.
Gol de Raúl Jiménez
La duda sobre qué pasaría con Dominicana en el complemento se disipó recién al minuto 46, cuando Santiago Giménez se combinó con Raúl Jiménez para el 2-0.
Santiago sirvió de “poste” en la entrada del área y dejó a Raúl de cara al arquero. El veterano definió de forma extraña, cayéndose, pero con potencia para vencer al arquero y desatar la alegría en la tribuna y la tranquilidad en su banca.
¿Doblete de Edson?
Claro que nadie contaba con el descontón dominicano al ‘51, cuando Peter González se inventó una jugada a lo Messi, recortando de derecha hacia el centro y disparando raso a poste contrario, para el 2-1 ante la inútil e insuficiente estirada de Luis Ángel Malagón.
Era necesario recuperar el control y así lo hizo México vía Edson Álvarez, convertido en figura al poner el 3-1 al ‘52, otra vez con un cabezazo en tiro de esquina, ahora desde la derecha.
El gol le fue acreditado a César Montes, quien alcanzó a rozar el esférico, aunque el remate fue todo del “Machín”, la figura de un equipo tan contundente en sus escasas llegadas, como frágil ante los latigazos isleños.
Así se reflejó al ‘66, ahora con el 3-2 dominicano vía Edison Azcona, quien recortó en el área y cruzó a Malagón con un tiro potente.
Y si algunos lapsos del duelo fueron de tensión para México, la última media hora resultó en un navegar por aguas turbulentas, con frecuentes sustos en el arco de Malagón, una inoperancia ofensiva que no compusieron no Alexis Vega, ni Julián Quiñones, ni César Huerta, y unos abucheos diluidos por la victoria, firmada con más sufrimiento que satisfacción.
