Buscar

MLB

Y por fin todo está en equilibrio, Clayton Kershaw

El lanzador de los Dodgers de Los Ángeles llegó a los 3,000 ponches de por vida y reafirmó su leyenda en toda la historia de la MLB

Escrito en SuperDeportivo el
Y por fin todo está en equilibrio, Clayton Kershaw
Clayton Kershaw en la noche de su ponche número 3,000. Agencia AP.

La noche del nueve de octubre del 2019, Clayton Kershaw lanzó su segundo juego de la Serie Divisional ante los Nacionales de Washington. Lo hizo como relevista, entrando en la octava entrada para darle certeza a la novena de Dave Roberts, que buscaba romper una sequía de más de 25 años sin un campeonato de Serie Mundial. 

A pesar de su jerarquía, apareció un desconfiado Kershaw en el centro del diamante, propiciando el empate de los Nacionales con dos carreras en el octavo episodio del quinto y decisivo de la Serie Divisional de la Liga Nacional. 

Aquella noche, la herida se hizo más profunda. Clayton, que recibió dos hits, dos carreras y dos jonrones en apenas 0.1 entradas de labor, dejó una imágen dolorosamente icónica en el dugout local del Dodger Stadium. 

Solitario, cabizbajo y visiblemente triste, Clayton volvía a sufrir en la postemporada, una cuenta pendiente que lo hizo objeto de críticas sin escrúpulos que hicieron dudar de su capacidad arriba del cerrito. 

Aquel episodio eclipsó su rendimiento en la postemporada 2015, donde registró un estelar 2.63 en dos aperturas. Y es que, de nueva cuenta, el Kershaw avasallante de temporada regular, desaparecía en el momento más decisivo de la campaña. 

Kershaw y las críticas que no paran

En el 2020, su redención llegó. Con récord de 4-1 y efectividad de 2.93 en cinco aperturas, Kershaw encaminó el primer anillo de Serie Mundial de los Dodgers en 32 años, con dos victorias incluidas en la serie final ante las Mantarrayas de Tampa Bay. 

Pero, naturalmente, la crítica tampoco se hizo esperar. El campeonato de los Dodgers se puso en duda al ser una temporada recortada a solo 60 juegos por la pandemia del Covid-19 y Kershaw, de nueva cuenta, estaba en el ojo de una crítica insensible. 

Cuatro años después, en medio de lesiones, Clayton ya no pudo contribuir al nuevo título de Serie Mundial que los Dodgers alcanzaron ante los Yankees, en la Serie Mundial más esperada de todos los tiempos. 

Clayton y un valor que va más allá del terreno de juego

Entendiendo que el beisbol es un negocio que no tiene corazón, Clayton Kershaw es la excepción a la regla. Corazón es lo que más imprime en lo que hace y se nota dentro, pero sobre todo, fuera del diamante. 

Hoy, su retiro está cerca. Tiene 37 años de edad y algunos, por increíble que parezca, no entienden el porqué los Dodgers lo siguen renovando cada año que pasa. 

La razón es muy fácil: es alguien que desayuna, almuerza, come y cena beisbol. Es un líder innato que nació para ser un Dodger y eso, en tiempos tan cambiantes y faltos de lealtad, es invaluable en una franquicia tan exigente y prestigiosa. 

Hoy, la vida le ha sonreído a Clayton Kershaw. Con su ponche número 3,000 de por vida, el izquierdo alcanza la inmortalidad en vida al unirse a un grupo exclusivo de lanzadores que alcanzaron e, incluso, superaron dicha marca. 

En su año número 17 de carrera, se adentra a una lista de 19 lanzadores donde figuran nombres como Phil Niekro (3,342), Greg Maddux (3,371), Roger Clemens (4,672), Randy Johnson (4,875) y Nolan Ryan, quien con una cifra de 5,714, es el más ponchador de todos los tiempos. 

De esa magnitud es el legado que está dejando en el mundo del beisbol Kershaw, quien en la parte final de su carrera, da cátedra de cómo entender un juego tan caprichoso y cambiante. 

En nueve aperturas, su foja (4-0) se mantiene invicta y su efectividad (3.43) está dentro del promedio. Con un WHIP de 1.25, el zurdo texano ha potenciado su control y equilibrio e, incluso, ha subido su velocidad. 

Con 32 ponches y 14 pasaportes, el slider es su pitcheo más determinante con un 41% de uso, seguido de una recta que ha usado el 36.5% de las ocasiones y ha llegado a una velocidad de 92.4 millas por hora, la más alta de su carrera hasta ahora de acuerdo a Baseball Savant. 

Además de la curva que utiliza el 17.5% de las ocasiones, el 3.9% de uso del split finger es un ejemplo de su adaptación al juego moderno, que en ocasiones, prioriza la estadística por encima de la intuición. 

Por si fuera poco, su ángulo de salida bajó tres grados a diferencia del 2024 (57 grados), teniendo ahora un promedio de 55 grados.

Es, simplemente, una leyenda del beisbol, y qué afortunados somos de verlo, a sus 37 años, tan imponente como en sus 27. 

Excelente por Clayton…

Excelente por el beisbol…

Hoy, después de tanta penuria, podemos decir que todo está en equilibrio, Clayton…

Ya eres alguien digno, muy digno, del Salón de la Fama…

-El Dugout del Gabo

Temas

Escrito en SuperDeportivo el
Apasionado por los deportes.

Círculo AM