¿Mito o realidad? La ciencia detrás del bolillo pa'l susto
No solo es una creencia de la abuela, la ciencia la respalda

¿Verdad o mito que el bolillo sirve después de un susto? | iStock
Si eres mexicano, muy probablemente más de una vez te has comido un bolillo después de pasar por alguna situación de miedo a la que comúnmente le llamamos “susto”, pero, ¿te has preguntado si es un mito de la abuela o es realidad? Te explicamos la ciencia detrás del bolillito pa’l susto.
Aunque hay muchas creencias populares que no tienen un sustento científico que acredite su veracidad, el bolillo pa’l susto no es una de ellas pues la Coordinación de nutrición de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) acredita que comer este alimento luego de un suceso que nos causa miedo, por ejemplo un sismo, un asalto o un accidente, tiene ciertos beneficios en nuestro cuerpo que nos ayudan a reponernos del percance.
¿El bolillo ayuda o no para los sustos?
La institución unamita explicó que ante un susto nuestro cuerpo segrega adrenalina y cortisol lo que puede ocasionar reacciones físicas como dificultad para respirar, que se acelere el ritmo cardíaco, que los músculos se endurezcan y sudor en las manos.
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Pero también también a nivel químico en nuestro organismo se alteran temporalmente los niveles de glucosa en la sangre para tenerla disponible para cualquier órgano que la requiera en el momento; asimismo, como respuesta al estrés de la experiencia se secretan jugos gástricos los cuales pueden ocasionar náuseas y acidez estomacal.
Por ello comer un bolillo, al estar compuesto de carbohidratos y grasas pero sin ingredientes irritantes, puede ayudar a inhibir la producción de ácido gástrico, a estabilizar la glucosa en la sangre y a disminuir la sensación de hueco en el estómago que queda después del susto.
Incluso, señala la publicación de la máxima casa de estudios, “el mero acto de masticar un alimento puede funcionar como distractor y ayudar a mitigar los efectos del susto”.
Así que la próxima vez que sufras un susto, no dudes en comerte un bolillo, tu cuerpo te lo agradecerá y la ciencia te respalda.

Y tú, ¿qué opinas?