El terror como una exploración de la humanidad
El novelista y cuentista J.J. Masón, aparte de su más reciente libro 'La huerta', comparte sobre su experiencia escribiendo terror
Juan José Zavala, más conocido como J.J. Mason en el mundo de la literatura de terror, es un novelista y cuentista proveniente de Acámbaro, Guanajuato.
El autor, fanático del género, ha demostrado en sus obras una fascinación por los personajes ‘grises’ y la crítica social, a la par de su intención por ‘voltear a ver’ la localidad, ya que todas sus obras se ambientan en Guanajuato.
En entrevista para AM, el autor habló sobre su gusto por el terror, y cómo este, citando a Stephen King, “le permite sentir la adrenalina en la comodidad de su sillón”.
El más reciente libro del autor “La Huerta”, sigue a la familia Benavides, que se muda para vivir en los límites de la ciudad de Acámbaro, Guanajuato, con Maravatío, Michoacán para alejarse un poco del ajetreo de las grandes ciudades.
También, es la intención de Roberto y de su esposa Lorena, de traer a sus hijos a conocer cómo se vive en la provincia: y es así cómo se mudan a una vivienda de ensueño denominada “la huerta”.
Sin embargo, tarde se van enterando de que en esa zona en la que se mudan ya hay un antecedente de más de 23 desapariciones de niños y jóvenes en los últimos dos años.
Además de mencionar la importancia del género y la trascendencia que va teniendo en el estado, con la compañía de lectores y autores que buscan reivindicar su reputación como un género que no tiene tanta relevancia para la literatura.
El ‘terror’ de Guanajuato
En su más reciente novela, “La Huerta”, a la par de la implementación de dos géneros literarios, terror y policiaco, J.J. Masón también metió parte de crítica social relacionada con el estado:
“Son géneros que permiten retratar la realidad que estamos viviendo puntualmente, pues dos puntos muy tristes, que es la violencia y las desapariciones forzadas”, explicó.
Por otro lado, siguiendo la línea del género en el estado, AM le preguntó al autor cuáles eran los prejuicios al escribir y leer terror.
A lo que respondió que, en general, se le considera como un género menor, de entretenimiento, que no forma parte de la literatura.
Afortunadamente, menciona que él y varios de sus compañeros están tratando de romperlo, “presentando obras en las que se sienta cada párrafo, cada frase”:
“Porque la literatura como tal, yo creo que no depende del género ni del subgénero al que pertenece, depende del oficio y de la profundidad de la prosa, del ritmo que cada escritor le pueda dar”, argumenta el autor.
Reconociendo que muchas veces tomamos la decisión de comprar libros internacionales, el autor reflexiona sobre la cantidad de recursos del país y del estado para contar una historia igual de valiosa que cualquiera que se ambiente en las grandes metrópolis.
“Hay una fauna muy rica, alicantes, águilas, o sea, realmente hay muchos elementos para construir historias, hay minería, hay lagos, hay presas, hay ríos, creo que si nosotros volteamos a nuestro entorno siempre vamos a encontrar elementos de donde poder tirar para una buena historia de terror”.
Además del interés de los propios autores, los lectores cada vez buscan más novelas del ‘género negro’, como lo son el policiaco y el terror.
“Incluso me ha tocado asistir a muchas ferias de libro y me ha tocado estar en varios stands, y la gente llega preguntando, ¿qué tienes de terror?, o ¿qué tienes de policíaco?, ¿qué tienes de detective?”, recuerda Juan José.
¿Cómo asustar?
El autor comenta en los cursos impartidos por él, a quiénes estén interesados en escribir terror, que hoy en día es cada vez más difícil asustar a la gente, por lo que su recomendación es unir los aspectos terroríficos con problemáticas, o situaciones reales, que provoquen el mismo efecto en los lectores:
“Más allá de intentar asustar sólo con una araña o con una casa maldita, que se vayan más a la profundidad de los mismos personajes: el temor a la soledad, el temor a la pérdida, temores que yo creo que casi todos compartimos.
Entonces quizás no vas a horrorizar al lector con la idea de la araña, pero sí vas a horrorizar al lector con la idea de la pérdida de un hijo a consecuencia de una picadura de una araña”.
Añadió que recomienda poner a los personajes en situaciones complejas, cotidianas y reales, para que no sea únicamente una novela de terror o policiaca, sino también una humana.
Con la implementación de personajes que viajan de lo blanco a lo negro, de lo bueno a lo malo, tratando de resolver sus intereses o de salvar a quiénes aman, nos proporciona un reflejo a lo que nosotros haríamos en tales situaciones: ¿qué tan rápido nos volveríamos villanos?
La importancia de ‘la voz’ en las novelas
JJ demuestra que más que el ‘qué’ a la hora de contar una historia, se antepone el ‘cómo’, ya que “la mitad de la chamba” ya está hecha una vez que le proporcionas una voz, o un enfoque, desde dónde se va a contar la historia.
Para ejemplificar, contó acerca del proceso de la novela que se publicará este año “Entrañas de tierra”, precuela de “La Huerta” y parte de una futura trilogía, ambientada en Celaya.
Y es que para la novela mencionada, J.J. Masón ya tenía prácticamente todo, pero escribiéndola se sentía “sin fuerza y sin alma” y es ahí cuando se dio cuenta de que hacía falta definir la voz que estaba narrando.
Si lo trasladamos al mundo del cine, sería cómo saber dónde poner la cámara y a quién va a acompañar para contar una historia.
“Entrañas de Tierra” sigue a Lorena Solis, una ex-policía ministerial que, haciéndose pasar por una reportera, vuelve a meterse a las investigaciones del secuestro de un joven de secundaria y el homicidio de un agente ministerial de campo en dudosas condiciones.
Dicho libro estará disponible en Ghandi, y junto con la “La Huerta” también se adquiere contactando al correo de la editorial “Estigma Ediciones”: [email protected], una vez se publique.
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