Evite el fracaso de su empresa familiar
El doctor José Alfredo Miranda brinda consejos para que las empresas familiares eviten el riesgo de ir a la quiebra por la falta de acuerdos y organización interna
En México, el 40% de empresas familiares de primera generación fracasan, por lo que el doctor José Alfredo Miranda recomienda la presencia de un diálogo abierto en cada familia, así como una buena organización.
El doctor Miranda, director del Instituto de Estudios Superiores en Dirección de Empresas (IESDE), lleva más de 20 años estudiando las empresas familiares en el país. En su experiencia, considera que la mayoría presentan características en común, como la resiliencia de los miembros del núcleo familiar.
“En el espíritu de los dueños o de los fundadores o de quienes en segunda, o tercera, o cuarta generación las operan, hay esta liga emocional que los ata al negocio, pero a la vez es la fuente del impulso y del progreso”, explicó Miranda en entrevista con AM.
Además, mencionó que las empresas mexicanas poseen ingenio, incluso comparado con las extranjeras, y que sus miembros muestran un espíritu emprendedor.
“Hay esta fuerza que da el ingenio, pero traducido en cómo emprender cosas nuevas, cómo innovar, cómo hacer cosas, adaptarse”, aseguró el doctor.
Sin embargo, los retos también se hacen presentes al poner a la familia frente a los temas económicos y administrativos, es por eso que es importante mantener armónica la relación de sus miembros.
Esto se logra, entre otras cosas, como producto de una correcta comunicación y el establecimiento de acuerdos dentro de la dinámica familiar.
Dichos acuerdos, o “protocolos familiares”, deben ser por escrito, para asegurar que se mantenga la palabra, no importa cuántos años pasen.
Mantener vivo un acuerdo
José Alfredo Miranda afirmó que, además, para asegurar la vigencia del protocolo familiar, se deben hacer revisiones. La primera se desarrollará en uno o dos años, y en las siguientes se establecerá una revisión periódica, dependiendo de las necesidades de cada familia: puede ser cada cinco años.
“¿Y por qué debe ser un documento vivo? Pues porque la familia es un elemento vivo. La familia está creciendo, se está modificando, las personas están avanzando en sus edades, entonces es una dinámica muy fuerte”, expresó.
Explicó también que la misma naturaleza del negocio y del ser humano “chocan”, ya que como personas estamos acostumbrándonos a recibir respuestas casi inmediatas a nuestras acciones.
Pero tomar las medidas para un correcto manejo de las empresas familiares no funciona así, puesto que hace falta que pase tiempo para que la relevancia de los acuerdos adoptados se haga palpable.
Para ello, Miranda recomienda tener un “deseo de logro”, que permita tener en mente planes a largo plazo, ya que quiénes no se meten a tocar dichos temas, eventualmente se meten en problemas por no hacerlo.
“Es muy importante resaltar que hay que dedicarle tiempo de calidad a los temas familiares, de la empresa familiar”, aclara.
Programa de UMERI
Para apoyar a las familias empresarias en este proceso, el IESDE colaboró con la Universidad Meridiano en un taller especializado que va más allá de la teoría académica.
“No es un curso tradicional, es un workshop con metodología basada en el “método del caso” y con el acompañamiento de un mentor. Se inicia con un diagnóstico de la empresa y la familia, para después construir un protocolo adecuado a su realidad”.
“Y entonces, eso te lleva a una reflexión personal donde tú, en los personajes de los casos que ves, te puedes ver reflejado o puedes ver reflejado a alguien de tu familia o de tu equipo directivo. Eso te hace, diríamos coloquialmente, ponerte el saco”, destacó Miranda.
Además, los participantes pueden aprender de otras familias empresarias, lo que genera una comunidad de aprendizaje enriquecedora.
El programa comenzará su próxima edición en marzo, en León.
Para más información del programa, contactar a Israel Manrique, director de promoción de la UMERI, al teléfono 477 243 5287.
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