Estados Unidos.- Luego de hacerse presente e intentar entrar a la boda de Britney Spears sin haber sido invitado, Jason Alexander, ex marido de la cantante, enfrentó la justicia de Estados Unidos y se declaró inocente del delito de allanamiento de morada.

Por su parte, Erin Meister, la fiscal de distrito adjunta principal del condado de Ventura, dio a conocer que el sujeto de  41 años, ya fue procesado por una denuncia penal interpuesta en el Tribunal Superior.

Alexander se conectó vía Zoom y se declaró inocente de todos los cargos, incluido de delito grave de acecho con una condena previa por violencia doméstica y tres cargos de delito menor de allanamiento agravado, además por negarse a abandonar la propiedad privada, y otro más por vandalismo y agresión.

Recordemos que, el hoy procesado, se casó con Britney en 2004 y sólo duraron días, y en estos momentos enfrenta un cargo especial porque estaba en libertad condicional por un caso no relacionado; estaba fuera del estado de Tennessee al momento de sus presuntos delitos en California.

Previo al juicio, programado para el 2 de agosto, durante la lectura de cargos el acusado negó los delitos, por lo que tendrá una audiencia a través de una conferencia, ya que permanecerá en prisión porque no pagará una fianza de 100 mil dólares y enfrenta hasta cinco años de prisión si es declarado culpable.

Recordemos que el pasado 9 de junio, Britney Spears y Sam Asghari se casaron en la casa de la cantante, en Thousand Oaks, California, y horas previas al enlace Jason llegó a la propiedad pasando por alto la seguridad y supuestamente irrumpió al momento de estar haciendo una transmisión en vivo por Instagram.

Alexander intentó abrir "varias veces" una puerta que permanecía cerrada, la cual llevaba directo al dormitorio de la cantante, en el segundo piso de la casona, pero no logró entrar.

Además, durante la audiencia preliminar, celebrada el pasado 27 de junio, el abogado defensor del exmarido de la “Princesa del pop” argumentó que el delito grave de acecho contra su cliente debería reducirse a un delito menor porque no había pruebas suficientes de que él estuviera allí para dañar a Spears.

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