Yucatán.- Las cuevas y cenotes yucatecos lo mismo eran lugares de vida que de muerte. Así lo entendían los antiguos habitantes de la península, y de ello da cuenta el libro Exploraciones del mundo subterráneo, “Un acercamiento al Gran Acuífero Maya”. 

“Este patrimonio hídrico, geológico, paleontológico, arqueológico y cultural, en el sentido más amplio, tiene que comprometernos a todos”, destacó el antropólogo Diego Prieto, director general del INAH, al presentar el volumen en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.

Y recordó que, acorde a lo anterior, desde hace cinco años se iniciaron las gestiones encaminadas a la conformación de un expedientes técnico para que, a futuro, el Gran Acuífero sea considerado en el listado de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El área, recordó Prieto, se encuentra actualmente en constante observación ante el trazo del Tren Maya.

Al respecto, el investigador Roberto Junco, Subdirector de Arqueología Subacuática del INAH, señaló que tanto la labor de exploración como la de divulgación -motivo del libro presentado- resultan indispensables para la salvaguarda de este patrimonio.

“Libros como el que hoy presentamos abordan temas complejos de la arqueología, pero lo hace de una manera amable que resulta comprensible y apta para todos los públicos”, apuntó el arqueólogo.

El libro Exploraciones del mundo subterráneo, integrado por nueve capítulos -numeración que hace alusión a los niveles del inframundo maya-, es coeditado por el Aspen Institute México y la UNAM, bajo el cuidado de Guillermo de Anda, quien destacó que el volumen despliega un panorama completo acerca de las investigaciones.

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