Guanajuato.- En lo que va del año la Secretaría de Salud de Guanajuato atendió por obesidad y sobrepeso a ocho mil 692 niños y jóvenes de 5 a 19 años. 

De ellos, cuatro mil 191 tenían entre 5 y 9 años, los otros cuatro mil 501 eran de 10 a 19 años.

En 2021 se atendió a 29 mil 407 niños y adolescentes, y en 2020 a 42 mil 534, en las siete jurisdicciones sanitarias de la Secretaría de Salud.  

En los últimos tres años se ha detectado a 80 mil 633 personas de entre 5 y 19 años con sobrepeso y obesidad en las Unidades del Primer Nivel de Atención del ISAPEG, de acuerdo con la respuesta del Instituto Estatal de Salud Pública del Estado de Guanajuato (ISAPEG) a la petición de AM a través de Acceso a la Información.

Las cifras de atenciones son una parte de la estimación de menores con obesidad y sobrepeso de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 del Inegi, que cruzada con los datos del Censo de Población y Vivienda dan como resultado 198 mil 332 niños de 0 a 11 años con obesidad y sobrepeso en el estado.

Obesidad infantil: Más atenciones a niños con sobrepeso

De enero a junio de 2022 la Secretaría de Salud de Guanajuato brindó cuatro mil 197 atenciones a niños de entre 5-9 años por obesidad y sobrepeso, un año antes fueron nueve mil 776 y en 2020 se atendió a 11 mil 781 menores. Aunque un menor con estas condiciones pudo asistir en el año más de una vez a consulta.

La Jurisdicción de León es la que más consultas acumuló en lo que va del año, con mil 198; después la jurisdicción de Guanajuato con 717, Irapuato 604, San Miguel de Allende 543, Celaya 477, Salamanca 455 y Acámbaro 203. 

Los municipios donde menos se atendió este problema en lo que va del año son Coroneo y Santiago Maravatío, con 10 atenciones por obesidad y sobrepeso cada uno. 

El total de atención en los tres años para este rango de edad sumó 25 mil 754 consultas. 

Obesidad infantil: A la baja atenciones en adolescentes

En seis meses del 2022 la Secretaría de Salud de Guanajuato atendió a cuatro mil 501 adolescentes de entre 10 y 19 años por obesidad y sobrepeso, un año antes fueron 19 mil 631 y en 2020 se atendió a 30 mil 753 jóvenes.

La Jurisdicción de Irapuato es la que más consultas acumuló en lo que va del año: mil 265; después la jurisdicción de San Miguel de Allende con mil 74, Salamanca con 501, en Celaya 429, en León 421 y Acámbaro con 341. 

Registren alimentos

Alimentos saludables que se pueden vender en las tiendas escolares:

• Cereales integrales sin azúcares
• Leguminosas: frijoles, arroz, tamarindos, palanquetas
• Frutas y verduras
• Productos de origen animal
• Grasas y aceites, como aguacate
• Cacahuates salados o enchilados. No los “japoneses” ni garapiñados
• Galletas sin ningún aderezo dulce, en paquetes pequeños
• Alimentos de origen animal bajos en grasa
• Lácteos, preferentemente descremados o pasteurizados.

Alimentos prohibidos en tiendas escolares: 

• Churros, papas y frituras. Solo se permiten las palomitas y los tostitos. 
• Bebidas gaseosas o azucaradas. 
• Pastelillos o golosinas rellenos de crema, mermelada o malvavisco.
• Juguitos o leches endulzadas de cajita. 

Obesidad infantil: Prohíben ‘chatarra’ en tiendas escolares

En 2010 la Secretaría de Educación de Guanajuato elaboró un programa para educar a los alumnos para alimentarse bien en las tiendas escolares, es decir, para hacer un consumo 100% saludable. 

Este programa inicia por capacitar a todos los prestadores del servicio de las tiendas escolares, para que tengan el conocimiento de lo que sí pueden vender, lo que no y cómo preparar alimentos saludables.

Berenice Cortés Gómez, coordinadora estatal de la Red de Nutrición de la SEG, explicó en entrevista con AM que se lanza una convocatoria para elegir a los concesionarios de tiendas escolares, y se otorga la concesión  a quien propone la alimentación más saludable.

Explicó que todos los concesionarios, por lineamiento, tienen que ser capacitados en esta materia antes de que inicie el ciclo escolar, y al término de la capacitación se les expide una constancia que debe ser mostrada en las verificaciones que hacen.

De enero a junio de este año esta área de la SEG hizo mil verificaciones.

Obesidad Infantil: Impulsan consumo de frutas y verduras 

Berenice Cortés precisó que una tienda escolar lo que más tiene que promover es la venta de frutas y verduras, y por eso en los talleres se capacita a los tenderos para que las preparen en presentaciones atractivas para los niños, como en brochetas, con tamarindo o con chile y limón. 

En cuanto a lo que no se puede vender, se da capacitación a los padres de familia y a los alumnos para explicarles las cantidades de azúcar que contienen los alimentos, y las aguas de frutas, para que conozcan cuáles son los que les conviene comer. 

“No es que se les prohíba, sino que aprendan a comer en porciones. Los padres ya saben que existen estos lineamientos. Y ya saben qué alimentos no están permitidos”, afirmó la encargada de Nutrición de la SEG. 

Sobre si el personal de las escuelas puede revisar las loncheras de los niños para quitarles algún alimento que contenga altas calorías, Cortés Gomez dijo que no les pueden prohibir llevar ningún alimento a la escuela, sino que más bien se concentran en la sensibilización de los padres de familia.

Aunque reconoció que es difícil conseguir concientizar sobre  la educación saludable. 

“La verdad ha sido muy complicado, tenemos desde 2010 y seguimos en la lucha. Pero en las capacitaciones, los padres me dicen ‘mi niño ya me pidió fruta o agua natural’... Sí tiene que ser un trabajo a la par con los padres”.

Obesidad infantil: Se involucran papás en pérdida de peso

“Pensábamos que cuando creciera iba a adelgazar”, confesó Jeny, mamá de José Luis Cuéllar, de 14 años, quien obtuvo su peso ideal no con el crecimiento, sino con la práctica del futbol americano y con el apoyo de una nutrióloga.

José Luis pesaba 68 kilos, el primer paso para Jeny fue reconocer que su hijo tenía un problema de salud y que para que bajara de peso era necesario un trabajo en equipo en el que participa toda la familia. 

“Es un trabajo en equipo, es básico que los papás y los hermanos apoyemos a quien está tomando la decisión de bajar de peso y cambiar su modo de vivir. 

“Lo primero que hay que hacer es reconocer que tu hijo está mal de salud y mi hijo fue el que me dijo que quería bajar de peso por los dolores que tenía, entonces, aquí el problema somos los papás”, consideró Jeny. 

José Luis, entre los 7 y 8 años, empezó a practicar futbol americano, pero fue hasta los 13 que comenzó a sentir dolores de rodillas y tobillos, además de dificultad para correr, ya no podía hacerlo como antes. 

“Y uno tontamente dice que el niño está creciendo, mi hijo pesaba 68 kilos y ahora pesa 57, tenía entre 8 y 10 kilos demás y esto le afectaba más físicamente y le daba pena tomarse fotos e ir a nadar”.

Entonces se tomó la decisión de acudir con una nutrióloga, que lo ayudó a tener disciplina y a modificar hábitos alimenticios. 

“Fue muy fácil para mí cocinar y cuestión de disciplina y de modificar, nada más. Te van educando en cómo hacer un plato bien servido y sobre todo las porciones que le correspondía porque a veces las mamás les damos comida de más”, dijo Jeny, quien hasta la fecha cocina de manera saludable para toda la familia. 

Obesidad infantil: Recomiendan expertos prevenir la obesidad

Tomar en cuenta el etiquetado de alimentos, evitar el consumo de refrescos, jugos embotellados y productos ultraprocesados son algunas de las recomendaciones que el Colegio de Nutriólogos de León A.C. hace a los papás para prevenir que sus hijos desarrollen obesidad infantil. 

Aconseja también evitar el uso prolongado de celulares, tabletas y dispositivos electrónicos que ocasionan una actividad física reducida, y cuidar que los niños duerman por lo menos ocho horas al día.

“También es importante acercarse a profesionales de la salud para atender el problema porque no se trata de algo que se pueda curar con un medicamento, es un problema más complejo que requiere un abordaje terapeútico”, dijo Hugo Ortega Durán, presidente del Colegio de Nutriólogos de León A.C. 

En este sentido, el especialista enlistó los factores más comunes que favorecen desarrollar obesidad infantil.

El primero de estos factores es elegir productos que contengan exceso de calorías, azúcares, grasas o sodio, porque su consumo puede desarrollar diabetes e hipertensión arterial.

“Hablando de niños se ha visto que este tipo de enfermedades están cada vez apareciendo en edades más tempranas y también mencionar que los productos que tienen exceso de cafeína o edulcorantes no son recomendables en niños. 

“Uno de los productos a los que se ha dirigido la mayoría de las acciones en cuanto a orientación alimentaria ha sido evitar el consumo de refresco, porque son bebidas carbonatadas con azúcar añadida, y a los jugos embotellados que también son muy populares en la población infantil. Hay que evitarlos”, subrayó. 

Tampoco se debe consumir de manera frecuente productos ultraprocesados, que combinan tres o más ingredientes químicos que se conocen como aditivos.

Obesidad infantil: Pero la compran en la calle

 La tiendita escolar y las recomendaciones de casa no sirven de mucho a la salida de las escuelas, donde hay gran oferta de comida chatarra para los niños.

En la calle se colocan puestos que venden frutas hasta gorditas con su respectivo guisado; en un plantel de la zona norte de Celaya quien tenía más venta era el señor de los helados.

“Cuando vengo por mi nieto le compro un helado, ese es de diario, pero también le compro agua o fruta, para que no coma tanta chuchería porque cuando llegamos a la casa ya no quiere comer”, comentó María, una abuelita que a diario recoge a su nieto de la escuela.

Cuando fue la jornada de vacunación para niños de 5 a 11 años, los vendedores no perdieron la oportunidad de vender afuera de los puntos de vacunación.

“Yo me tuve que formar durante cuatro horas y el niño me pidió que el helado, que la bolsa de papas, que los churritos, y como a la hora y media me dice que tiene hambre, ya le come unos tacos”, comentó Ivette.

Obesidad infantil: 'Premia' a su hija con dulces

Afuera de las escuelas de Irapuato los niños prefieren comprar dulces y frituras.

Ernesto, papá de una niña, comentó que él a diario le compra un dulce como premio por haberse portado bien en la escuela, además para evitar que se enoje y haga berrinche.

“Es como una manera como de compensar que va bien en la escuela, que le echó ganas, diario se le compra un dulcecito sabiendo que está mal, a veces pide y sabe que no traemos dinero y se enoja”, dijo. 

AM hizo un recorrido por varios planteles y platicó con los vendedores, que ofrecen frituras, churros de masa, dulces, juguetes y vasos con fruta. 

Doña Juana se instala afuera de una primaria de la colonia La Pradera, dijo que los niños casi no compran fruta, pues prefieren las golosinas.
“Lo que más se me venden son los bolis, unos yogures y juguetes y los dulces con chilito”, mencionó la comerciante. 

(Con información de Catalina Reyes, Mauricio Ortiz y Dulce Muñoz Barajas).

AM