Guanajuato.- Asegurar que las personas buscadoras puedan participar en todas las etapas de investigación por la desaparición de un familiar, además de que reciban protección y asistencia, son parte de las propuestas que el senador Ricardo Sheffield Padilla, de Morena, plantea en una nueva iniciativa de ley.

Propone la creación de la Ley General para la Protección y Asistencia de Familiares y Personas Buscadoras, que complementaría lo dispuesto por la Ley General de Víctimas, así como por la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas.

Con ella se busca “el reconocimiento legal a los familiares y personas buscadoras a nivel victimológico y obligar al Estado mexicano a generar, a través de sus autoridades e instituciones, los procedimiento de protección, participación y asistencia que requieren”, afirmó el legislador morenista.

Ricardo Sheffield propone que familiares y personas buscadoras puedan compartir información sin presión de ningún tipo, sobre todo en un contexto de inseguridad donde, advierte: “tan solo en Guanajuato han asesinado a nueve madres buscadoras en los últimos tres años”.

La iniciativa -respuesta a un compromiso que asumió durante la campaña- también buscará garantizar a las personas que proporcionan pistas o que permiten la búsqueda en sus terrenos o propiedades, que su colaboración no les traerá problemas legales.

El documento disponible en la página ricardosheffield.mx propone que la autoridad que incumpla con la obligación de iniciar de oficio con la búsqueda de una persona o demore sin justificación su inicio, incurrirá en responsabilidades penales.

También planea “posibilitar el acceso a las medidas de ayuda, asistencia y atención, particularmente aquellas que faciliten su participación en acciones de búsqueda, incluidas medidas de apoyo psicosocial, de las personas referidas en esta Ley y que tienen derecho a ello”, así como dar el estatus de “víctima potencial” a cualquier persona que participe voluntariamente en la búsqueda.

Fosas y desapariciones

En su sitio web, el senador menciona que, “de acuerdo con cifras del último reporte de Fosas Clandestinas y Fosas Comunes, en Guanajuato, mi estado natal, se ha multiplicado por siete la desaparición de personas durante los últimos seis años. Aunado a ello se señala que el 80 % de los hallazgos ha sido gracias al trabajo de colectivos de búsqueda en el estado, que pasaron de ser dos a 25”.

El Mapa de Hallazgos de Fosas Clandestinas publicado por la Comisión Nacional de Búsqueda, indica que entre diciembre de 2018 y abril de 2023 -última fecha disponible-, se ubicaron en Guanajuato 154 fosas clandestinas, en tanto que el informe “Fosas clandestinas y comunes en Guanajuato” realizado por especialistas de la Universidad Iberoamericana León y buscadoras, indicó que solo entre 2019 y 2022 (para empatar con el rango planteado en el informe oficial) se detectaron 376 fosas clandestinas.

Y que al 30 de junio de este año, había, en el estado, cuatro mil 272 personas desaparecidas.

Necesidades

Norma Patricia Barrón, del colectivo “Una luz en mi camino”, en Irapuato, pidió reforzar la protección a las buscadoras, con vigilancia más amplia, no solo rondines en su domicilio y que sea sigilosa, para que esa misma vigilancia no las ponga en riesgo.

Además, “el hecho de tener una desaparición nos afecta no solo a las mamás buscadoras, nos afecta a todo el núcleo familiar, como es asistencia médica. Hemos estado enfermas y debido a que trabajamos en buscar, sin sueldo, no podemos acceder a especialistas. Han muerto mamás, no nada más asesinadas por el crimen organizado, sino debido a la tristeza, la falta de apoyo psicológico”.

Las buscadoras en campo son muy propensas a enfermedades “porque sacamos cuerpos y sin embargo, no tenemos una atención -médica- adecuada”.

Y que hijos e hijas de personas desaparecidas “sufren revictimización en el área escolar, con los mismos familiares -de sus compañeros- como que los retraen, ‘eres hijo de alguien que desapareció, eran personas que no andaban bien’ y como que no quieren ni que sus hijos se junten con ellos”.

Ello, afirma, provoca afectaciones psicológicas graves en los niños que se sienten solos pues la abuelita sale a trabajar a buscar el sustento, por lo que se está tratando de rescatarlos y prevenir un reclutamiento por parte del crimen organizado, especialmente en menores de 14 años.

Coincide Paula Rojas, de "Buscando con el corazón": “La mayoría de la infancia está dañada por este hecho, los psicólogos no son suficientes y desde mi punto de vista, el lado psicosocial de los CAISES, los centros de salud, no sirven, porque hay psicólogos que te culpan a ti como buscadora de que tu hijo esté mal, por el hecho de buscar, para mí es revictimizante”.

También pidió un programa para el emprendimiento de las buscadoras, para que puedan salir adelante, y que se les reconozca su carácter de personas defensoras de derechos humanos.

Sin embargo, en la iniciativa de Ricardo Sheffield no se menciona esto último, ni tampoco la palabra “salud”, aunque el senador llama a enviarle propuestas que enriquezcan la iniciativa.

AAK