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Don Rigoberto: impulsor de fe y trabajo

El pionero de la industria curtidora murió a los 95 años.

Escrito en Guanajuato el

Don Rigoberto Becerra González uno de los pioneros de la industria curtidora en León falleció a la edad de 95 años en el seno de la madre Iglesia Católica a la que tanto apoyo y defendió.

Un hombre de profunda fe que vivió muy de cerca la guerra cristera.

Nació el 12 de octubre de 1918 en la vecina y bella población de San Miguel El Alto Jalisco, tierra de “cristeros”.

Murió la madrugada del jueves, 28 de febrero, el día que también dejó el Vaticano el Papa Benedicto XVI.

Falleció por causa natural, en paz, rodeado de sus seres querido y en gracia de Dios, reveló el padre Julio Reyes Suárez, del templo de las Tres Aves Marías, o Santísima Trinidad en la calle 5 de Mayo, donde Don Rigoberto era “custodio”, de la corona de la Virgen desde 1955, cuando se llevó a cabo la Consagración del Templo.

Fue uno de los grandes benefactores del templo de la Santísima Trinidad y del templo de Nuestra Señora del Refugio, así como el de María Reina de los Mártires de San Joaquín”, dijo el Padre Julio.

Contribuyó en la construcción del terreno del templo de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores, en el Cerro Gordo, con la donación del terreno y hasta físicamente.

Trabajó en las “vainas”, el trabajo de un albañil, y apoyó económicamente tanto el templo de Cerro Gordo como el de Aguas Buenas. El padre Enriquito los convocaba para ir a hacer las faenas y levantar el templo”, apunta el padre Julio.

El templo de Cerro Gordo se construyó en cumplimiento de una promesa y ayuda económica de la hermana y familiares del padre Miguel Enríquez, mejor conocido por los fieles católicos como el padre 'Enriquitos', capellán del templo de la Santísima Trinidad, revela el historiador José de Jesús Ojeda en su libro León 400 años.

En padre 'Enriquitos' recibió el total apoyo de Don Rigoberto Becerra que donó el terreno “en la cima volcánica del Cerro Gordo, con vista a la ciudad”, además de dar apoyo económico y con trabajo físico.

El 6 de febrero de 1973 Monseñor Daniel Castillo Cabrero bendijo y colocó la primera piedra a nombre del Obispo Anselmo Zarza y Bernal. Templo de estilo gótico, cuyo proyecto lo realizó el ingeniero Ricardo Rivera Becerra.

En 1976 ya estaba el templo cubierto con el techo, pero se continúo la obra con la obra simultánea que el mismo padre 'Enriquitos' erigió en Aguas Buenas, de María Reina, con el apoyo de Don Rigoberto Becerra.

Era un hombre de profunda fe y gran devoto de la Virgen María”, asienta el padre Julio.

En la entrada del templo de las Tres Aves Marías, en el muro lateral izquierdo, hay un retablo de mármol blanco de “acción de gracias”, donde el padre de Don Rigoberto, el señor Adrián Becerra, agradece el milagro de haber salvado la vida de su hijo y fechado 15 de agosto de 1947.

Por el favor muy material dispensado a mi hijo Rigoberto, obrando en él un milagro, primero para conservarle la vida, y después para la consecución de su salud”, señala el agradecimiento.

No era para menos pues Don Rigoberto recibió tres balazos en su natal San Miguel.

Decidió radicar en León, donde inició fabricando huarache en el mercado Aldama y luego incursionó en la industria curtidora, donde fue fundador y socio honorario de la Cámara de la Industria Curtidora de León, dice su hija menor Martha.

En el Barrio Arriba, en la calle Constancia, instaló su curtiduría, y en la calle Allende encontró la compañera de su vida: Doña María Luisa Quiroz Castañeda, con quien contrajo nupcias el 12 de octubre de 1949, fueron 63 años de feliz matrimonio. Doña María Luisa falleció el pasado mes de agosto de 2012.

Eran vecinos en la calle Allende, pero no se hablaban porque mi madre tenía apenas 12 años y mi padre 20. Pero con el tiempo la conquistó y se casaron y fuimos 12 hijos”, señala Martha.

De la unión nació Miguel Ángel (+), Juan Antonio (+), José Trinidad (+), María Guadalupe, Raquel, Arcelia, Rigoberto, Luis Jorge, Ricardo, David, Gabriel y Martha.

Siempre entregado a su familia. Un hombre serio, formal y muy estricto. Le gustaba la herbolaria, hacía té de diversas hierbas, para curar enfermedades y prevenirlas.

Le gustaba elaborar vino de membrillo, uva, ate, y un enamorado del campo, de los animales. Provenía de una familia muy longeva, pues algunos familiares murieron a los 105 años”, añade Martha.

Apenas el lunes pasado había participado en la celebración Eucarística en memoria de su amada esposa María Luisa Quiroz Castañeda. Dos días después fue a su encuentro en la vida eterna.

Su padre, Adrián Becerra Román, participó con los cristeros. Mi padre era un niño y era “correo”, es decir se encargaba de tener informado a los cristeros sobre los movimientos del ejército”, revela su hija Martha.

También fue miembros del movimiento Sinarquista, y testigo de los sangriento hechos del 2 de enero de 1946.

Sus familiares aún conservan algunos volantes sobre los hechos, “La Unión Nacional Sinarquistas hace una invitación al pueblo leonés, el domingo 27, a una asamblea pública, que tendrá lugar en la Plaza Principal”.

Descanse en Paz. El novenario de Misas se llevará a cabo a las 8 de la noche en su amado templo de las Tres Aves Marías o Santísima Trinidad, donde también era miembro del grupo de Adoración Nocturna.

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