A un gran amigo
ECO DE LA MAÑANA
Con la rutina y el pasar tan veloz de los días, nunca pensamos que alguien con quien compartimos risas, complicidades y sueños algún día no estará. Pero cuando ese día llega, el dolor es profundo y nos enfrenta a una realidad que parece imposible de aceptar. Perder a un amigo es perder una parte de uno mismo, y el proceso de vivir ese duelo es tan único como la amistad que se tuvo con esa persona. No solamente deja su ausencia física, se lleva parte de nuestra historia, recuerdos compartidos y momentos exclusivos, los cuales se desean imborrables.
El proceso posterior puede incluir reflexiones y cuestionamientos de la manera en cómo la vida se transforma después de su partida, si hay suerte, es probable tener una red de apoyo cercana, leal y que no se cansará de otorgar consuelo. El luto varía en cada persona e ir tratando de superarlo quizá sea tanto "olvidar" sino aprender a vivir con ese vacío, honrando la vida de la persona y manteniendo viva su memoria.
Aceptar las emociones resulta difícil y es inevitable reprimirlas, el duelo es único, un proceso complicado de asimilar y cuya duración es individual, sanar, lleva su tiempo y procesar la pérdida debe ser acompañada de mucha comprensión, puede ser agotador tanto emocional como físicamente, porque nadie está preparado para afrontar algo así.
En esta ocasión con dolor en mi corazón, y a modo de homenaje escribo para honrar la memoria de un excelente amigo, esposo, padre, y orgullosa de haber coincidido y haber sido testigo de una historia de amor muy linda la cual evolucionó con el tiempo, en donde dos grandes amigos unieron sus almas.
Mauricio, te recordaré por tus palabras sabias, tus frases que se quedaron grabadas por siempre en mi mente, tu inteligencia, tu cariño como padre de familia, cualidades admirables, y a mi amiga del alma: Yadhi no me cansaré de decirte que cuentas conmigo, que estoy aquí para sostenerte, te abrazo y no te soltaré. Aunque nada puede llenar el vacío que deja su partida, espero que encuentres consuelo en los recuerdos que compartieron, en el amor que construyeron juntos y en las huellas que dejó en tu vida. Te acompaño en cada paso del camino, como amiga, como apoyo, y como alguien que te quiere profundamente.