Asteriscos – Hidalgo
EDICIÓN 1708
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Resulta lamentable que bajo la administración de Sergio Baños se haya cometido un error tan costoso como la compra del fallido horno crematorio del Panteón Municipal de Pachuca. Gastar más de un millón de pesos en un equipo que apenas duró tres meses en funcionamiento y con serias fallas desde el principio no solo demuestra una clara falta de planeación y supervisión, sino también un desprecio por el buen uso de los recursos públicos. El caso no es solo un tropiezo técnico, sino un reflejo de una gestión deficiente.
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Lo que debería ser una celebración familiar y de reconocimiento a las madres terminó convirtiéndose en un espectáculo fuera de lugar en varios municipios de Hidalgo. Que autoridades y hasta la sección XV del SNTE hayan considerado apropiado incluir strippers en eventos públicos del Día de las Madres, y peor aún, con menores presentes, raya en lo absurdo. No se trata de juzgar gustos, sino de entender que hay contextos, públicos y momentos para cada cosa. Este tipo de ocurrencias solo denotan una pésima organización y falta de criterio.
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El famoso puente atirantado, herencia del sexenio de Omar Fayad, ha resultado ser más un adorno urbano que una solución real al problema de movilidad en la zona. Lejos de aliviar el caos vehicular, terminó generando nuevos conflictos, especialmente debajo de su estructura, donde los embotellamientos y la inseguridad para peatones siguen siendo el pan de cada día. Ahora, con la administración de Menchaca Salazar intentando corregir la plana queda claro que la obra estrella de aquel gobierno terminó siendo una promesa atirantada... y bastante mal anclada.
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El secretario de Gobierno Guillermo Olivares encabeza la instalación del Comité Técnico de Consulta Pública para la elección de la nueva titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Hidalgo. Su mensaje, enfocado en la objetividad, transparencia y equidad del proceso, marca una pauta importante para garantizar que este nombramiento no solo cumpla con los lineamientos legales, sino que también tenga el respaldo social y la legitimidad que la ciudadanía exige. La inclusión de voces de la sociedad civil, instituciones académicas y organismos de derechos humanos en el comité refuerza la intención de construir un procedimiento participativo y confiable.
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Con la cuenta regresiva en marcha para la Feria de Pachuca, el dilema de los corridos tumbados vuelve a escena y los organizadores están en el centro del debate. Ya no basta con echarle la bolita a los empresarios ni con discursos ambiguos: es momento de tomar decisiones contundentes, con base en principios y en una política pública coherente que priorice el bienestar y la seguridad de la población. Aunque es cierto que estos géneros musicales han dejado buenas ganancias, también lo es que desde el gobierno federal hay una postura clara en contra de su promoción. Ya se verá qué pesa más para tomar la decisión.