Asteriscos - Hidalgo
EDICIÓN 1711
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Aunque ya llegaron a Hidalgo más de 14 millones de boletas para las elecciones del próximo 1 de junio, todo parece indicar que la participación ciudadana será muy baja. El INE en la entidad no ha logrado generar el interés ni la información necesaria entre la población. La difusión ha sido limitada y, en muchos casos, confusa, por lo que gran parte de la ciudadanía ni siquiera está enterada de qué se va a votar. Se acerca la fecha y se verán los resultados.
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Aunque se ha aclarado que no existe un desabasto real de combustible en Hidalgo, sino una falta de transporte para su distribución, la situación no ha dejado de generar molestia entre los automovilistas. Muchos se han visto obligados a recorrer distancias mayores o hacer largas filas para poder cargar gasolina, lo que ha ocasionado pérdida de tiempo y afectaciones a su rutina diaria. Ante estos inconvenientes, sería deseable que Pemex y las autoridades correspondientes mejoraran la coordinación logística para evitar estos retrasos, ya que, aunque temporales, generan incertidumbre y malestar en la ciudadanía.
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Resulta preocupante e ndignante que sigan saliendo a la luz casos como el que denuncian regidores de Epazoyucan. La existencia de posibles "aviadores" no solo representa un agravio al erario público, sino también una falta de respeto hacia los trabajadores que día a día sí cumplen con su deber. Más allá del color político, este tipo de prácticas deben erradicarse con firmeza, pues son un obstáculo para el desarrollo justo y transparente de cualquier municipio.
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Es entendible que los elementos de la policía de Tula de Allende alcen la voz cuando sienten que no cuentan con el respaldo necesario para cumplir con su labor, si es que es el motivo real. Exigir un liderazgo adecuado, así como condiciones dignas y el equipamiento necesario, no solo es justo, sino esencial para que puedan brindar seguridad a la ciudadanía.
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El caso de un estudiante de CBTIS en Pachuca en posesión de un arma de fuego, recalca que la prevención de la violencia escolar no puede ser una tarea exclusiva de los planteles; requiere del compromiso activo de madres, padres y tutores, quienes deben estar atentos a las conductas, amistades y pertenencias de sus hijos. A su vez, las instituciones educativas deben seguir promoviendo espacios seguros y de diálogo, apoyados por profesionales como psicólogos y orientadores que contribuyan a prevenir situaciones de riesgo.