Nueva York.– Un pequeño restaurante llamado La Morada, fundado por mexicanos inmigrantes que ahora son activistas, se convirtió en comedor de beneficencia durante la pandemia y en la actualidad produce unas 650 comidas al día —de martes a viernes— que se reparten a desempleados, neoyorquinos que no tienen ni para el gas, ancianos y discapacitados; con el apoyo de voluntarios y donaciones en especie.

Los platillos oaxaqueños que se preparan en el lugar, al sur del Bronx, se distribuyen a barrios pobres y a neveras comunitarias (un proyecto nuevo que consiste en llenar neveras que se enchufan a la electricidad de un negocio y se dejan en plena calle para alimentar al que lo necesite).

– ABUELITO LE LLEVA SERENATA A SU ESPOSA AL HOSPITAL

Italia.– Aunque su esposa está internada por cáncer y no la puede visitar por el coronavirus, un abuelito le llevó serenata por su cumpleaños.

Stefano Bozzini, de 81 años, se sentó en un banco en el patio del Hospital en Castel San Giovanni y tocó música con su acordeón, con lo que su esposa se asomó.

“Lo hice por Carla, para mostrarle cuánto la amo y agradecerle todo lo que me ha dado”, dijo.

En esta nota:

• NUEVA YORK