En Arandas, comunidad irapuatense, hacen malabares para caminar entre calles llenas de agua y lodo
En esta comunidad cada que llueve se estanca el agua en donde no hay pavimento; pobladores afirman que llevan una década pidiendo a autoridades que ya les reparen las calles
Irapuato, Guanajuato.- En la comunidad Arandas, en Irapuato, aunque la mayoría de sus calles cuentan con pavimento, sobre todo aquellas que están cercanas al casco de lo que fue la hacienda de la zona, otras sufren cada temporada de lluvias pues el lodo y la putrefacción del agua les genera problemas en su vida diaria.
“Aquí nos prometen cada campaña, y hasta la presidenta Lorena (Alfaro García), ya ha venido dos veces para decirnos que, si votamos por ella, nos arreglan la calle, pero solamente nos hacen promesas, porque la calle sigue igual, no tenemos drenaje, ni pavimento, y cuando llueve el agua se queda estancada, y a veces se mete a las casas”, señaló la señora Andrea Hernández, vecina de la calle Adolfo López Mateos.
Ubicada en el noroeste de la ciudad, la comunidad Arandas, se encuentra a la salida hacia la ciudad de Romita, además de estar debajo de una ladera del cerro de Arandas y cercana a lo que antes de 1973 fue la presa del Conejo.
Por ello esta zona, en temporada de lluvias, tiene deslizamiento de agua de la parte alta del cerro, aunque calles como Colón, 5 de Mayo, Guerrero y Galeana se encuentran asfaltadas, estas no presentan problema, sino aquellas que quedan en la parte norte de la misma comunidad.
Ante el lodo y el agua, que se acumula en dichas calles, las personas para salir o regresar a sus hogares deben hacer malabares para no ensuciarse o caer en esta agua, donde solamente pueden caminar por espacios pequeños a la orilla de las calles, donde también el truco es poner “caminos” de ladrillos para pasar el lodo.
Somos dos calles que se llaman (Adolfo) López Mateos, en esta lo único que se hace cuando llueve es un charco de agua muy grande, pero alcanzamos a pasar, pero allá la gente tiene que pasar por las orillas y con mucho cuidado porque ahí no se va el agua para ningún lado, se queda ahí estancada por semanas”, comentó la señora Martha González, vecina de la calle López Mateos.
Suplican durante 10 años por pavimentación
El domingo 15 de junio, señala el señor Alfredo Hernández, vecino de la calle Adolfo López Mateos, ante la caída de lluvia, el agua llegó a subir tanto que llegó a los patios, y aunque personal del Protección Civil acudió para observar que no hubiera un problema mayor para ellos, se les hace injusto que su calle no reciba una atención para ser pavimentada.
Tenemos más de 10 años, yo creo, que hemos estado llevando peticiones a la presidencia para que nos tomen en cuenta, pues hasta ahora no ha habido nada, entonces pues aquí seguimos sufriendo con el agua y el lodo”, explicó.
El problema del agua de lluvia que queda estancada, dijeron los vecinos de la calle López Mateos, no es solamente que viven entre el lodo en esta temporada, sino que, al tardar mucho en secar, el agua estancada comienza a oler mal y provoca que haya moscos, así como que sube el riesgo de que se enfermen por convivir con este problema sin atender.
RAA