Crisis en Brasil: Hoy en día, la situación que viven millones de personas en Brasil no ha sido nada fácil, y es el caso de la familia Barros, que pasa por una fuerte crisis económica al grado que el hijo menor, de 11 años, al ver que no tenían nada para comer, llamó al 911.

De acuerdo a reforma.com, los hechos ocurrieron en Brasil, donde el pequeño, Miguel Barros, de 11 años, se vio desesperado al no poder darle algo de comer a su hermano de 8 años, por lo que llamó al 911 y sin pensarlo, recibió comida en abundancia gracias a las donaciones que le hicieron llegar.

 

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La historia de la familia Barros, provocó que cientos de personas al día de hoy continúen mandándoles despensas y donaciones, pues afirma el pequeño Miguel en tan solo tres días, su mamá les había podido dar un poco de harina de maíz y agua.

Según el reporte de las autoridades, dieron a conocer que la situación de ayuda comenzó cuando el telefonista del 911 contestó al llamado de Miguel, preguntándole, ‘¿cuál era la emergencia?

Señor policía... es porque no hay nada para comer en mi casa", comentó el pequeño.

En ese momento, el personal de cabina envió una patrulla al lugar del menor, ubicada en Santa Luzia, en el estado sureño de Minas Gerais.

 

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Crisis en Brasil: Policías no podían creer tal situación

Los agentes que se turnaron en atender el caso pensaron en un principio que se trataba de alguna negligencia o abandono, pero le hecho era de que la familia Barros vivía una fuerte crisis económica, donde la mamá trabajaba todo el día para poder darles algo de comer a sus hijos de 11 y 8 años.

Después de que los oficiales vieran tal situación, fueron de inmediato al supermercado y regresaron con una despensa de alimentos, donde también el dueño de la tienda mando algunos productos.

 

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El caso del pequeño llegó a los medios de comunicación de Brasil y decenas de personas se sumaron en enviar más comida y dinero a la mamá de los pequeños.

Llegó mucha comida diferente, alguna ni siquiera sé qué es", sonríe Miguel al ver como los productos llegaban a su casa.

 

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