Tensión en Guatemala por el retraso del Congreso ante la investidura de Bernardo Arévalo
Un retraso en la toma de protesta que desencadenó protestas en las calles y el pronunciamiento de jefes de Estado y altas autoridades de otros países presentes para el acto de inauguración.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, llegó al teatro para el acto solemne de su investidura cinco horas después de lo previsto ante la dilación del Legislativo saliente en dar paso a la juramentación, un retraso que desencadenó protestas en las calles y el pronunciamiento de jefes de Estado y altas autoridades de otros países presentes para el acto de inauguración.
La Constitución guatemalteca indica que la sesión solemne para la toma de posesión se debía celebrar "a más tardar a las 16.00" del 14 de enero, pero a las 21.00 de la noche Arévalo seguía pendiente de las maniobras del Congreso, en donde se retrasó el nombramiento de nuevas autoridades de la Cámara, que son quienes deben concretar la juramentación presidencial.
Cuando finalmente los nuevos diputados juramentaron sus cargos —un paso previo a la toma de posesión de Arévalo—, comenzó una disputa a gritos entre los legisladores a propósito de la conformación de la nueva directiva de la Cámara.
El presidente electo se pronunció en su cuenta de X, antes Twitter, para recordarle a los diputados que "tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas".
Y añadió que "se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder", mientras "el pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando ".
Poco después de ese mensaje, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, leyó ante la prensa un pronunciamiento conjunto de jefes de Estado, cancilleres y altos funcionarios de otros gobiernos que acudieron a la investidura.
"Hacemos un llamado al Congreso de la República a cumplir con su mandato constitucional de entregar el poder como exige la Constitución en el día de hoy al presidente electo, Bernardo Arévalo, y a la vicepresidenta electa, Karin Herrera", se pronunció Almagro.
En "nombre de todas las delegaciones invitadas y representadas", el secretario de la OEA pidió que se respete la voluntad popular del pueblo guatemalteco expresada en "elecciones justas, libres y transparentes" que fueron avaladas por los observadores internacionales.
Llegaron a Guatemala más de 60 delegaciones internacionales, entre ellas, la de Colombia, con el presidente Gustavo Petro; de Chile, con Gabriel Boric; o de Costa Rica, Rodrigo Chaves.
Gabriel Orellana, constitucionalista y excanciller de Guatemala, explicó que Arévalo está obligado por la Constitución a tomar posesión de su cargo y que, dado el escenario, el presidente electo podría esperar a que el Congreso nombre su junta directiva y los nuevos diputados y después juramentar o, bien, tomar posesión del cargo directamente.
En el mismo sentido, el constituyente Roberto Alejos explicó que si no hay junta directiva del Congreso que le invista, eso solo es un acto protocolario que no está en la Constitución. Por lo que él podría ir y tomar la presidencia para evitar "el golpe de Estado burdo que quieren hacer".
Entre tanto, el Congreso culminó la sesión de la comisión que se había nombrado a media mañana para revisar las credenciales de los nuevos diputados en medio de la polémica entre legisladores salientes y nuevos.
Por decisión de la presidenta de la Cámara, Shirley Rivera, casi todos los designados para la comisión eran oficialistas, aliados y no reelectos.
DMD
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