Los israelíes acumulan alimentos, agua y generadores de energía por temor a un ataque de Irán
Israel espera represalias por el bombardeo que destruyó el consulado iraní en Damasco y detiene los permisos para todas las tropas de combate, llama a filas a reservistas de la Fuerza Aérea y refuerza las defensas antimisiles.
Por Antonio Pita, de El País, para AM Guanajuato
? Hola, ¿tienen generadores?
? “Eres la vigésima persona que entra hoy preguntando por ellos. No me quedan y puedes ahorrarte el dinero porque no habrá guerra”, responde Sagi, dependiente de una tienda de electrodomésticos en el interior del gran centro comercial de Malja, en Jerusalén.
Sagi señala un lineal ocupado por cafeteras de cápsulas y añade: “Todo eso estaba lleno de transistores. No nos quedan desde que empezó la guerra (en octubre), pero esta semana ha venido más gente preguntando por ellos. Piden sobre todo sistemas de iluminación que no requieren electricidad”.
La secuencia muestra la preocupación que se ha extendido este jueves entre la población de Israel, con compras de alimentos en conserva, agua y generadores de electricidad, al extenderse la sensación de que Irán atacará este viernes el país en represalia por el asesinato de uno de los principales mandos militares iraníes en Siria, Mohammad Reza Zahedi, otros dos altos cargos castrenses y 10 personas más en la residencia del embajador en Damasco.
El ejército está en un nivel de alerta alta: ha detenido los permisos para todas las tropas de combate, llamado a filas a unos pocos reservistas de la Fuerza Aérea y reforzado las defensas antimisiles. El hospital Shaare Zedek de Jerusalén ha hecho este jueves un simulacro de escenario de atención masiva de víctimas y los corresponsales militares en la televisión llaman a la calma, pero recuerdan por si acaso a los espectadores que tienen hasta 11 minutos para llegar a un refugio antiaéreo en caso de lanzamiento de misil desde Irán y varias horas si se trata de un dron. No hay escenas de pánico ni falta gente en las calles, pero sí se ve a familias con bolsas de compra particularmente grandes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha lanzado una amenaza a Teherán al inicio de la reunión del gabinete político y de seguridad, en Jerusalén: “Durante años, Irán ha estado trabajando contra nosotros tanto directamente como a través de sus emisarios y, por lo tanto, Israel ha estado trabajando contra Irán y sus emisarios, tanto defensiva como ofensivamente”, ha señalado. “Sabremos defendernos y actuaremos de acuerdo al principio básico de que dañaremos a quien nos dañe o planee dañarnos”.
Con los rumores de un ataque inminente circulando por redes sociales y grupos de Telegram y WhatsApp en hebreo, el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, ha comparecido para recordar que las instrucciones castrenses para la población “no han cambiado”, como sí suele suceder ante un horizonte bélico. “No es necesario comprar generadores de electricidad, alimentos ni sacar dinero de los cajeros”, ha precisado.
La suma de varios elementos poco tranquilizadores ha cambiado el ánimo en apenas 24 horas, pese a que ningún líder político y militar se ha pronunciado formalmente sobre un inminente ataque de Teherán. Uno de ellos, sobre el que preguntaron precisamente al portavoz, han sido las palabras a las tropas, difundidas por el ejército, del máximo responsable de los servicios de inteligencia militar, el comandante general Aharon Haliva: “He dicho más de una y de dos veces que no es seguro que lo peor haya quedado atrás y que nos esperan momentos complejos”.
Alteraciones en la señal de GPS
En Israel, sin embargo, se ha extendido el rumor de que la represalia tendrá forma de una inédita lluvia de misiles desde el propio Irán y será este viernes, por tratarse del Día de Al Quds (Jerusalén), la jornada en solidaridad con los palestinos que celebra cada año Irán en el último viernes del mes sagrado musulmán de Ramadán. Amos Yadlin, exresponsable de los servicios de inteligencia israelíes, ha señalado a la agencia Reuters que no le “sorprendería” que fuese el día elegido, aunque llamó a la población a no “entrar en pánico” ni “correr a los refugios”.
No opinan igual los mercados, que no terminan de creerse un ataque a gran escala de Irán sobre Israel. El petróleo Brent, el mejor termómetro del grado de nerviosismo de los financieros sobre el conflicto abierto en Oriente Próximo, cotizaba a última hora de la tarde de este jueves en tablas. El gas natural, por su parte, escalaba posiciones de forma moderada y por motivos completamente ajenos al avispero regional, informa Ignacio Fariza.
El crudo es una materia prima particularmente sensible en este caso. Lo es porque Irán es el octavo productor mundial, a un solo paso de Emiratos Árabes Unidos, y un miembro clave ?fundador? de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP, el cartel sectorial). También porque el estrecho de Ormuz, pese al cambio obligado de muchas grandes navieras, sigue siendo un lugar de paso clave para los buques petroleros. En los últimos 12 meses, las exportaciones iraníes de crudo rozaron los 36.000 millones de dólares (33.000 millones de euros).
RSV
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