El anuncio de la venta de Banamex por parte de Citigroup, el mayor grupo financiero del mudo, nos mete a una reflexión sobre la confianza en nuestro País; esto es, si se trata de una pérdida de confianza por parte de inversionistas o es tan solo un cambio en el modelo de negocio. Lo que sí, es que, durante este prolongado periodo de la pandemia, no nos pudo ir peor como País. Desde el 2019 estamos en recesión y el año 2022 presenta también un escenario complicado por el reducido crecimiento. Pero, ¿la confianza también ha decrecido?

Las economías nacionales crecen gracias al consumo, a la inversión, al ahorro y al superávit de su comercio exterior. No se puede repartir riqueza si primero no la creamos. El Producto Interno Bruto es el indicador mundialmente aceptado para medir el crecimiento de las economías y por eso en nuestro querido México, es la referencia para saber cómo vamos. ¿Cómo será el 2022? La economía depende como decía, del ritmo de consumo e inversión que tengamos y éstos provienen de la confianza que tengamos en el futuro. Sí. De ese intangible que es la confianza que tengamos traducida en compras e inversión.

¿Cómo medir la confianza? El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) proviene de la Encuesta Nacional sobre la Confianza del Consumidor (ENCO) elaborada conjuntamente por el Inegi y el Banco de México, y refleja la percepción que los hogares urbanos tenemos acerca del estado actual y la situación esperada de la economía de los propios hogares, así como del País en general. Esta información se expresa en forma de índice con base en enero de 2003=100. Este índice explica el crecimiento. A mayor confianza, mayor consumo y a mayor consumo, mayor PIB. En el cierre del año pasado, el índice se mantiene en el nivel de 43.6%. En cuanto a inversión, la confianza también puede medirse por inversión extranjera y por indicadores de inversión nacional.

Aunque el ICC no está desagregado por estados o por ciudades, se puede complementar con las mediciones que hacemos en la región las agencias de investigación de mercado; si la encuesta de la confianza mide la propensión al consumo de los mexicanos, repetimos este diciembre la encuesta en nuestra ciudad y medimos que, a nivel local, el 43% de los leoneses consideran que para el 2022 disminuirá el ritmo de consumo del año 2019, 41% que tendrá el mismo, en tanto que solo el 16 % considera que lo aumentará. Ya el 68% percibe que los precios se han incrementado al final del año (el cierre de la inflación nacional fue cercana al 7% (la mayor de los últimos 20 años) y con tendencia a subir las tasas de interés). En cuanto a la confianza en que la economía del País mejorará, solo el 32% la tiene y un 54% considera que estaremos igual que en el 2021.

El presidente AMLO y su partido Moreno deberán dar confianza a los consumidores e inversionistas. Ante la recesión y falta de recursos económicos por el enorme gasto social -que se traduce en consumo, pero no en productividad-, tienen que convocar a sumar y no a dividir. En la medida en que el gobierno federal dé confianza a consumidores e inversionista, saldremos más rápidamente de la crisis y todos, como sociedad, manteniéndola activa con todas las medidas sanitarias por la tercera ola de COVID.

Medir localmente la confianza del consumidor; es un ejercicio útil para replicar la que hace el Inegi. Lo interesante del ICC nacional, es que aún en recesión económica, la confianza en el gobierno de AMLO es alta. Ventas, como la de Banamex, no son síntomas de crisis económicas, sino de la volatilidad de la inversión extranjera. La macroeconomía se encuentra estable. Debemos crear confianza en nuestro entorno. La confianza es el intangible más preciado en una economía. Todos, gobierno, empresas y sociedad, tenemos que mostrar confianza en que el futuro, el 2022, será mejor que el anterior.