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Salud y resiliencia en las Américas

Ahora más que nunca es necesario que las acciones legislativas concilien intereses sociales, económicos y políticos

 

Escrito en Opinión el

Representar, legislar y fiscalizar son considerados los principios rectores de la acción legislativa. Las decisiones políticas son el resultado de una actividad en la cual los actores entran en conflicto, buscan aliados, negocian, se movilizan y pujan hasta alcanzar acuerdos.

Es decir, la decisión pública es producto de la conciliación de los intereses que participan en una sociedad plural, y como tal, los actores que intervienen buscan imponer sus objetivos sobre los demás. 

El Parlamento es uno de los escenarios más propicios para llevar a cabo esta actividad política, y ahora más que nunca es necesario que las acciones legislativas concilien intereses sociales, económicos y políticos, respondiendo así a las coyunturas nacionales, regionales y globales que demandan decisiones políticas colectivas.

La IX Cumbre de las Américas es la única plataforma para todo el hemisferio que convoca a los líderes de los países de América del Norte, del Sur, Central y del Caribe, a celebrarse este año del 6 al 10 de junio próximo en la ciudad de Los Ángeles, California. Se ha establecido un ciclo de Conversatorios Parlamentarios por diversas instituciones organizadoras que permitan generar conocimiento, interacción y un oportuno diálogo interparlamentario sobre los asuntos que se tratarán en la próxima cumbre: 1) Salud y resiliencia en las Américas, 2) Nuestro futuro verde, 3) Acelerar la transición a la energía limpia, 4) La transformación digital y 5) La gobernabilidad democrática.

En cada uno de estos temas será fundamental la acción inclusiva, colaborativa y comprensiva de la sociedad civil, de la academia, del sector privado y principalmente de los parlamentos y parlamentarios de las Américas, de cara a dar a conocer el alcance, contenido, retos y desafíos que afrontarán los compromisos que asuman los jefes de Estado y de Gobierno de la región.

Con este orden de ideas, participé el día de ayer en mi calidad de Diputado Federal en la mesa redonda de Salud y Resiliencia en las Américas moderada por Gisela Scaglia, presidenta del capítulo de América Latina y el Caribe de la red parlamentaria mundial para poner fin a las enfermedades infecciosas (UNITE); Marta Pilar Bravo Salinas, diputada de Chile, y Miguel Pedrola, director científico para América Latina de la Fundación de atención a la salud del SIDA.

Se reflexionó cómo las epidemias y las pandemias como la del COVID-19 han tenido un gran impacto en la vida de las personas y las sociedades, desde la educación hasta la economía y la salud. Sin embargo, ha tenido un impacto desigual y devastador en los grupos ya más marginados, como las mujeres, las personas LGBTI+, los migrantes, los usuarios de drogas y las trabajadoras sexuales. 

Durante la pandemia nos enfrentamos, entre muchas otras cosas, a pérdidas generalizadas en el acceso a la información sobre salud sexual y reproductiva, y aumentaron las preocupaciones sobre la violencia de género. Los servicios de salud sexual y reproductiva que salvan vidas, incluida la planificación familiar, sufrieron graves interrupciones, lo que provocó un aumento de la mortalidad materna. Simultáneamente, los bloqueos y los desafíos económicos aumentaron la incidencia de la violencia de género y las prácticas nocivas como el matrimonio infantil. 

Los jóvenes se sentían vulnerables al acoso, abuso sexual, físico, emocional o financiero. El cierre de las escuelas obstaculizó el acceso a la educación sexual integral y expuso a las niñas a la actividad sexual y la violencia, aumentando los embarazos adolescentes y la transmisión de infecciones de transmisión sexual, incluido la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/SIDA) y que aún no se ha dimensionado el impacto real.

Resiliencia es la capacidad de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. En nuestro país, los agentes perturbadores en salud con el presidente López Obrador han sido varios como la desaparición del seguro popular, la centralización del financiamiento y prestación de servicios, el fracaso en la adquisición de medicamentos, la fallida gestión de la pandemia con cientos de miles de muertes y pobreza poblacional. 

Debemos ser resilientes y plantear acciones para mejorar el Sistema Nacional de Salud y la calidad de vida de las y los mexicanos. El reto es inmenso. Les estaré comentando los acuerdos de la IX Cumbre de las Américas.

 

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