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Davos con otros ojos 

Las sanciones a Rusia y los aranceles a China están obligando a las empresas a buscar nuevos países para invertir. Muchas naciones pobres están compitiendo por ese recurso, pero México se ha salido de la carrera antes de empezar. Quizá nuestros políticos deberían ver a México con otros ojos. 

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Davos con otros ojos 

"Quiero invitar a todos los que se encuentran aquí, en esta montaña mágica de Davos, a ver el mundo con otros ojos". 

Lula da Silva, 2003

 

Unas semanas después de asumir la presidencia de Brasil el 1ro de enero de 2003, Luiz Inácio Lula da Silva se presentó en el Foro Social Mundial de Porto Alegre y de ahí voló a Davos, Suiza (en el avión presidencial, que para eso está), con el fin de participar en el Foro Económico Mundial. No buscaba ofrecer un discurso de generalidades, políticamente correcto, sino expresar puntos de vista muy cercanos a su corazón: "Aquí en Davos -dijo-se ha hecho común decir que hay un solo Dios: el mercado. Más la libertad de mercado presupone, antes que todo, la libertad y la seguridad de los ciudadanos". 

Lula, un político de izquierda inteligente, quiso hablar primero en Porto Alegre con los globalifóbicos que habían apoyado su candidatura, pero sabía que su país necesitaba inversión para crecer y rescatar a millones de brasileños de la pobreza. Por eso fue a Davos y dijo: "La erradicación del hambre presupone transformaciones estructurales, exige la creación de empleos dignos, más y mejores inversiones, aumento sustancial del ahorro interno, expansión de los mercados en el país y en el exterior, salud y educación de calidad, desarrollo cultural, científicos y tecnológico". 

Años después, en 2011, diría en la Convención Nacional Bancaria de Acapulco, México: "El día 25 de enero [de 2003] fui a Davos, en Suiza, y allá descubrí que era necesario que Brasil diversificara sus relaciones comerciales. No podíamos depender solamente de Estados Unidos o solamente de Europa". Davos le daba la oportunidad de ser escuchado por inversionistas de todo el mundo. 

Muchos mandatarios entienden la importancia del Foro. Participan no solo en las presentaciones públicas en el Congress Centre, sino en encuentros privados que les permiten ver en un par de días a gobernantes y empresarios de todo el mundo sin hacer decenas de viajes. Por eso están acudiendo este año, a pesar de que el Foro se está celebrando en mayo en lugar de enero por la pandemia. Según el propio Foro llegarán a Davos 50 jefes de estado y de gobierno. Aquí estarán Pedro Sánchez de España y Olaf Scholz de Alemania, Iván Duque de Colombia y Pedro Castillo, el nuevo presidente de Perú. Castillo, como Lula en 2003, entiende por qué un presidente de izquierda debe descartar prejuicios para llevar inversión productiva a su país. Este lunes hablará también en el Foro, de manera virtual por la invasión de su país, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. También él comprende la importancia de Davos. 

Hay una gran ausencia, sin embargo. No es solamente el presidente López Obrador, sino todo el Estado mexicano. No están ni el canciller Marcelo Ebrard, ni la secretaria de Economía Tatiana Clouthier, ni la gobernadora del Banco de México Victoria Rodríguez Ceja. Tampoco los subsecretarios u otros funcionarios. Los miembros de este gobierno no ven lo que Lula cuando llegaba al Foro para obtener "más y mejores inversiones". 

Karl Schwab, fundador del Foro, ha dicho que la reunión de este año puede ser la más "oportuna y relevante" en la historia. Las razones son la invasión rusa de Ucrania y la explosión inflacionaria. A los países pobres, sin embargo, el momento les genera oportunidades. Las sanciones a Rusia y los aranceles a China están obligando a las empresas a buscar nuevos países para invertir. Muchas naciones pobres están compitiendo por ese recurso, pero México se ha salido de la carrera antes de empezar. Quizá nuestros políticos deberían ver a México con otros ojos. 

Extorsión

Cinépolis ha negado haber dado dinero a Alejandro Moreno, presidente del PRI, como este afirma en una conversación grabada. Es su voz, sin embargo. El caso debe investigarse. Es inaceptable que un líder de un partido obtenga dinero de la extorsión a una empresa. 

@SergioSarmiento



 

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