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Construyendo un Sistema Nacional de Salud

Se debe tener la autoridad para exigir la recopilación de información esencial, y así, monitorear las amenazas a la salud con toda la flexibilidad para solicitar y mover recursos con urgencia.

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Construyendo un Sistema Nacional de Salud

En los últimos dos años, mientras se han perdido cientos de miles de vidas, la pandemia de coronavirus ha puesto al descubierto las deficiencias del enfoque desordenado de la salud pública del país. Informes recientes sobre la respuesta a la pandemia han identificado fallas importantes en el liderazgo, la coordinación, las comunicaciones, las pruebas y la atención a cuestiones críticas de equidad.

Estos problemas no son nuevos. Los análisis posteriores a los ataques de ántrax de 2001, la pandemia de influenza H1N1 de 2009 y el brote de ébola de 2015 también identificaron debilidades. Los principales desafíos no se limitan a las enfermedades infecciosas; la epidemia en espiral de muertes por sobredosis, la creciente carga de diabetes y los aumentos dramáticos en la mortalidad materna también reflejan la insuficiencia de los servicios de salud pública. Según el Banco Mundial, nuestra nación está por debajo de más de 60 países en cuanto a esperanza de vida y con grandes disparidades en el territorio.

¿Qué se necesita para que el país lo haga mejor? En marzo de 2022, se convocó a una Comisión sobre un Sistema Nacional de Salud Pública con el objetivo de proponer reformas urgentes, necesarias y realistas. Durante más de 3 meses se revisaron informes y recomendaciones que abarcan las últimas dos décadas; se consultaron a docenas de grupos de partes interesadas, expertos y funcionarios de gobierno; revisando más de 100 comentarios de la sociedad..

Fue un proceso de clarificación. Se escuchó una y otra vez que la preparación es mucho más que un plan en el escritorio y contramedidas en una instalación de almacenamiento. Las respuestas efectivas dependen de fuertes esfuerzos rutinarios de salud pública, basados en un conjunto básico de capacidades que protegen la salud y salvan vidas todos los días.

Además, hubo un amplio acuerdo en que el país ya no puede depender de una colección desorganizada de miles de actores y sistemas de salud pública sin estándares consistentes y responsabilidad para la mejora de la salud.

El informe final fue publicado el 21 de junio de 2022 haciendo un llamado al desarrollo de un sistema nacional de salud pública para promover y proteger la salud de todas las personas, independientemente de quiénes sean y dónde vivan; implementar estrategias efectivas de prevención y respuesta con la participación de los sectores público y privado; y ganar la confianza de la ciudadanía.

La construcción de este sistema nacional de salud pública debe comenzar con el liderazgo federal. Las dependencias con funciones importantes en la salud pública deben realizar esfuerzos suficientemente coordinados, dejando en claro que ningún puesto directivo o persona debe tener la responsabilidad exclusiva de la salud pública. Se debe tener la autoridad para exigir la recopilación de información esencial, y así, monitorear las amenazas a la salud con toda la flexibilidad para solicitar y mover recursos con urgencia.

Para hacer esto una realidad, debe establecerse como una prioridad nacional urgente. Las propuestas legislativas presentadas ya en el Congreso Federal son una oportunidad para avanzar rápidamente. Entre otras, se propone que el Congreso debe establecer un nuevo Subsecretario de Salud Pública, para brindar liderazgo y responsabilidad, coordinando las respuestas de las dependencias de salud de la nación a los principales desafíos de salud pública en curso, así como liderando la modernización largamente esperada de los datos de salud pública y los sistemas de vigilancia, la fuerza laboral y los laboratorios.

Proporcionar financiamiento adecuado y confiable a los estados y municipios -urbanos y rurales- para apoyar el desarrollo de las capacidades básicas de salud pública a cambio de resultados que deberán ser acreditados y certificados.

Los legisladores -federales y estatales- deberán otorgar los fondos necesarios para respaldar un sistema moderno de tecnología de la información de salud pública y proporcionar la autoridad necesaria para establecer y hacer cumplir las normas y la implementación de ese sistema.

Otra responsabilidad legislativa será financiar el desarrollo de la fuerza laboral de salud pública y la infraestructura como pagos iniciales para desarrollar capacidades básicas de salud pública y sistemas de información modernos en todo el país.

Normar a los diferentes sistemas de salud para que comiencen a mapear y compartir datos no identificados regularmente, para informar a las comunidades sobre las condiciones de salud e identificar las desigualdades y comenzar a brindar incentivos para compartir datos de atención médica a nivel estatal.

Acelerar los esfuerzos para modernizar las comunicaciones de salud pública, incluso ampliando el esfuerzo liderado por el Titular Federal para contrarrestar la información errónea y la desinformación, ganar y mantener la confianza ciudadana.

Estimados lectores, este plan es de Estados Unidos y fue publicado hace unos días. El Gobierno de Morena en México se ha negado a que hagamos uno, salvemos vidas y protejamos la economía en futuras crisis. ¿Si no es ahora, cuándo? Nuestra batalla iniciará, otra vez, en el Poder Legislativo. Les estaré informando.  https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp2207374 

 

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