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Perspectiva

La Caldera del Diablo

En Estados Unidos se esperan incendios y problemas con los sistemas de producción y distribución de electricidad. En Texas las compañías eléctricas piden a toda la población que baje su consumo. Asunto difícil cuando las temperaturas se acercan a los 40 grados.

Escrito en Opinión el
La Caldera del Diablo

Hubo una larga serie de televisión antes de los éxitos de Netflix y de otras productoras que distribuyen por internet. Se llamaba “Peyton Place” que completó 514 episodios en la televisión abierta de Estados Unidos. A México llegó con el nombre de “La Caldera del Diablo”.

No hace mucho, en países sudamericanos, retomaron el nombre para programas sobre temas políticos. Qué mejor título para una serie de análisis o de crítica. Imaginamos a un diablo en un caldero, cocinando a los políticos con los temas del día.

También podríamos usar el nombre para describir lo que sucede en Europa y Estados Unidos con la ola de calor que crea incendios por doquier. Lo mismo en España que en el sur de Francia y ahora hasta en Inglaterra con su tradicional humedad  (antes) a prueba de fuego.

En Estados Unidos se esperan incendios y problemas con los sistemas de producción y distribución de electricidad. En Texas las compañías eléctricas piden a toda la población que baje su consumo. Asunto difícil cuando las temperaturas se acercan a los 40 grados.

Según la prensa norteamericana, en varios estados los generadores están en su pico, además no pueden parar para darles mantenimiento porque podrían venir apagones indeseables.

En Alemania el tema es más grave. Vladimir Putin descarga su ira sobre Europa por las sanciones que le han impuesto a Rusia. Cortó el suministro de gas a pretexto de darle mantenimiento al ducto que la surte. Los alemanes estaban por llenar sus reservas para el invierno. Aun si Putin persistiera, tienen planes para cambiar todos los hábitos de consumo a través del racionamiento. Subirán la temperatura de sus edificios en verano; disminuirían el termostato en invierno. Bajarán la iluminación de las calles y procurarán reducir el tiempo en la ducha y la forma de cocinar y prenden sus plantas alimentadas por carbón. Seguro que disminuirán la velocidad en sus carreteras. Ahorro tras ahorro, no permitirán que la producción industrial y agropecuaria pierda impulso. Con la disciplina de ese pueblo no habrá quien los detenga.

En México la sequía pone a prueba a los estados fronterizos. Nuevo León tiene una crisis hídrica como no la habíamos visto antes. La única solución inmediata será el racionamiento. Sabemos que los neoleoneses tienen agallas, determinación y no fallarán en su esfuerzo para enfrentar la sequía. Se han puesto a trabajar día y noche para aliviar el problema.

El arranque de la economía, después de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, ponen a prueba el límite que tiene el modelo de desarrollo basado en combustibles fósiles. Si el cambio climático acelera, los países que más dependen del petróleo y el gas importado, invertirán como nunca en energías renovables. China, Japón, Estados Unidos y Europa tienen la tecnología y los recursos para cambiar. Al principio será por imperativo de sobrevivencia del planeta, después porque las energías limpias serán más económicas para todos los usos.

Después del auge monetario del 2021, también el dinero será racionado con tasas de interés más altas. La inflación es otro caldero ardiente para la estabilidad de las sociedades abiertas. La erosión de los ingresos de familias, empresas y gobiernos no puede entrar en una espiral. Lo comprendieron los bancos centrales de todo el mundo. Más vale un sacrificio ahora que un desastre a mediano plazo.

La humanidad no tenía tantas calderas llenas de diablos, tantos retos por superar como hoy. Se resolverán mientras Putin o algún otro loco no apriete el botón nuclear.

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