Buenos salieron estos señores gobernícolas para ponerles nombres rimbombantes a sus "soluciones". Lástima que los planes que dicen implementar NO SIRVEN para maldita la cosa. Ejemplo perfecto de esta inoperancia es el llamado Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), cuyo propósito es frenar el alza de precios en la canasta básica para así ayudar a la economía de los mexicanos.

El plan fue presentado por el Presidente a principios de mayo rodeado de los pezzonovantes del empresariado mexicano, como para avalarlo y hacer creer al pueblo mexicano que ¡ya está! ¡Ya no habrá inflación, solucionamos el problema porque somos unos iluminados que hemos descubierto el hilo negro!

Pues no, la inflación no se cura por decreto y boletines de prensa, ni firmando "compromisos" que no se pueden cumplir, porque los productores nacionales están a MERCED del precio de los INSUMOS y de los costos de producción, como la energía, las regulaciones y los costos administrativos generados por obligaciones reglamentarias que lejos de reducirse se han incrementado.

En los hechos, afirmar que este plan fracasó equivale a lanzarle un piropo: este "paquete" le hizo cosquillas a la inflación y no logró reducir los precios a menos del 10 por ciento en QUINCE de los 24 productos que componen el Pacic. Ello con todo y que -según el Gobierno- le destinaron 574 mil 624 millones de pesos a este inefectivo programa que ataca el problema ¡DONDE NO ESTÁ el problema!

Los incrementos de un 60 por ciento en la papa, 50 por ciento en la cebolla, 40 por ciento en la naranja, 37 por ciento en el huevo, casi el 19 por ciento en el pan de caja, NO se dan POR CULPA DE LOS PRODUCTORES, sino porque el Gobierno mismo ha creado en México un entorno de negocios oneroso e ineficiente que promueve el ALZA en el costo de la producción. Ello porque nuestros gobernantes, bastante anticuados en sus ideas, NO CREEN en los mercados y en la competencia, no creen que la producción, es decir, incrementar la OFERTA, es la mejor forma de bajar los precios. Nada de esto entienden, por lo que se van por el camino de la regulación, de los métodos fracasados de Echeverría y López Portillo, y los "pactos".

Cuando la energía eléctrica, la gasolina y el diesel suben, las importaciones enormes de alimentos nos traen la inflación de afuera a aquí, la burocracia incrementa sus demandas, el SAT es un despiporre que obliga a los causantes a enfrentar GASTOS adicionales para cumplir con sus exigencias que no hacen más que inventar estorbo tras estorbo a los causantes. Ello mientras deja a los "amigos del Presidente" que incumplan con miles de millones de pesos que le deben al SAT en IMPUESTOS, creando dos categorías de ciudadanos: los que gozan de privilegios y los que no.

Los que los gozan son cuates del señor López y enfrentan menos cargos y costos en sus negocios; y quienes no lo son, se friegan: ¡a trabajar para mantener un Gobierno oneroso que no ayuda, pero que bastante estorba! Ello, al mismo tiempo fomentando el comercio informal, que ni paga ni cumple con obligación alguna: explotan los bienes públicos, como calles y banquetas, algunos se roban la luz y el agua, y el fisco no sabe ni quiénes son ni cuánto se benefician.

¡Y ni para qué hablar de CONTRABANDO, que está a la orden del día generándoles a los productores locales una competencia desleal y que no paga nada a nadie!

La conclusión es que el Gobierno -no siendo la solución, sino el problema- en lugar de agarrar al toro por los cuernos, lo agarra por la cola... ¡y luego se lamenta de que lo cornaron!

Esos casi SEISCIENTOS mil millones de pesos que se gastaron de oquis en el Pacic pudieron haber servido para estimular la oferta de productos para incentivar la producción, crear nuevas empresas y MÁS PLAZAS de trabajo.

El único ANTÍDOTO conocido por el hombre para bajar precios -y esto lo enseñan en Economía I- es lograr que la OFERTA de productos exceda la demanda. Mientras haya más demanda que productos, los precios no bajarán. Con o sin Pacic.

Tomemos a los productores de pan, el cual ha elevado su precio por encima de la inflación del 8.1 por ciento. ¿Por qué se elevó el precio del pan? Porque se elevó el precio de los GRANOS, y porque los costos de operar los molinos, los hornos, etcétera, también se han elevado.

Como ningún negocio está constituido -salvo los monopolios gubernamentales- para perder dinero, la elevación en los costos de producción se transfiere al CONSUMIDOR. ¡Por esto las amas de casa mexicanas están saliendo del SÚPER en shock post traumático nomás pasando las cajas registradoras!

Este Gobierno, como se educó en Cuba en donde hasta el papel del baño racionan, piensa que el alza de costos los debe absorber el productor. ¡No se puede, está súper demostrado! Todo negocio (excepto los gubernamentales) para operar necesita utilidades, pues si no las hay, ¡no hay negocio! NADIE, ningún productor, se va a tragar el alza de precios que enfrenta en los insumos y en los gastos de operación de su negocio, por ello el Pacic nació mortis.

¡Estimulen, señores de la 4T, la producción, reduzcan los costos-Nación, fomenten y no estorben la actividad empresarial: eso SÍ funciona!