Recientemente, la Alcaldesa de León informó sobre sus planes para hacer obra de infraestructura y acciones tendientes a reactivar la economía.

Con la emoción y carisma que le caracterizan, Ale habló de la inversión compartida para este año, de 3 mil 690 MDP, entre el Municipio, SAPAL y Gobierno del estado: entre las principales obras están ampliar el Malecón del Río, obras para agilizar el tráfico en bulevar Aeropuerto y construir un Centro de Monitoreo y Vigilancia en el Distrito MX. También destaca la rehabilitación del parque Bosque de la Olla y 29 kilómetros de vialidades; del presupuesto mencionado, el Gobierno del estado aportará 700 millones para las obras.  La aportación de SAPAL será de mil 462 MDP para obras hidráulicas en Barranca de Venaderos y un colector en la carretera León-Silao 

El deseo de servir de Ale y hacer lo más con lo que se tiene es muy plausible. Servir desde la Administración Pública es aportar para la construcción del funcionamiento colectivo, es generar progreso en lo público. El poder que la Constitución le confiere a la Alcaldesa no es un fin en sí mismo, el poder político tiene sentido cuando se pone al servicio de los demás de manera generosa. Aristóteles advirtió que la política alcanza un rango superior, si se orienta a buscar la felicidad social. Una historia de felicidad es una historia de progreso político.

Pero el futuro tiene muchos nombres: para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. Aunque a los que gobiernan no les guste la crítica, es urgente promover la formación de una conciencia cívica en la población, para lograr que aparezca el personaje sustancial que no es el gobernante sino el ciudadano.

Dentro del programa de inversión anunciado por la Alcaldesa, también hay un rubro para ayudar a combatir la pobreza. Ojalá que en las acciones que se pretende llevar a cabo, esté presente la visión aristotélica sobre la pobreza: el filósofo la veía no como la falta de dinero, sino como la imposibilidad del ser humano de hacer florecer sus capacidades. Para esto se requiere de la ciudad, que debe brindar las condiciones óptimas para que el conjunto organizado y autosuficiente de ciudadanos, que han podido realizarse en sus diversas naturalezas, las pongan al servicio de todos los demás.

La política es un acuerdo permanente para vivir en armonía juntos, para reducir brechas, tender puentes y subsanar diferencias. La ciudad debería de tener un orden que la hiciera funcionar, un líder a quién seguir, una estructura a la que los mortales debería obedecer, aunque fuera contra sus intereses personales. Así, el ciudadano va aprendiendo a superarse a sí mismo, hasta alcanzar aquella dignidad moral que los haría superiores.  

Pero hablando del espejismo de los números del presupuesto de Obra pública para León, emerge la duda del ciudadano: Del presupuesto de Guanajuato, ¿cuánto le corresponde al municipio más grande del estado, que representa el 30% de la población y del PIB de la entidad? La aportación del estado para la Obra pública en León es de 700 MDP. Lo anterior ¿es mucho, o nomás tantito? 

Los ciudadanos no logran entender cuáles son los mecanismos que utiliza el Gobierno para decidir qué obras realizar. Además, hay una gran opacidad que impide saber con base en qué razonamientos o algoritmos se asigna el monto de la inversión estatal que le debiera corresponder a León.

La inversión del Gobierno del estado, en obra pública, por habitante en León sería de 411.70 pesos. Para darle contexto al texto habría que mencionar que el presupuesto de ingresos del estado es de 92 mil 670 MDP. De la cuantía anterior, 82 mil MDP provienen de la Federación; el resto, 9 mil 920 MDP son ingresos propios de la recaudación. Con estos datos duros, ya no se sostiene la narrativa que nos presentan a diario de que “no hay dinero, porque la Federación no asigna recursos a Guanajuato”.

Volviendo al tema y contrastando los 700 MDP de apoyo a León, contra el presupuesto del estado, se puede colegir que Guanajuato solo nos está aportando el 0.07% de sus ingresos. Ahora, contrastándolo con el PIB de Guanajuato, sería un exiguo porcentaje del 0.0006%. Según el jurista romano, Ulpiano, “La Justicia es la perpetua voluntad de darle a cada quien lo que le corresponde”. ¿Qué tanto o tantito nos corresponde? A los políticos se les considera por sus dichos y se les valora por sus hechos.

Un gobierno se sustenta en opiniones y el prestigio y el buen decir de su persona son vitales elementos para los que gobiernan. Carlo Magno decía: “Vox populi, vox Dei”: La opinión del pueblo es la opinión de Dios. Pese a que no se conocía la democracia y el monarca era el emperador, escuchaba y atendía a la opinión pública. ¿Qué tanto es tantito?

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