La importancia de la letra A.- Lourdes Casares de Félix
Con la banda presidencial recién puesta, la Dra. Claudia Sheinbaum declaró: “Hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con A.
Con la banda presidencial recién puesta, la Dra. Claudia Sheinbaum declaró: “Hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con A. Así como decimos jueza, abogada, científica, ingeniera, con A, porque como nos han enseñado, lo que se nombra, existe, y lo que no, no existe, y hoy con mucho orgullo podemos reivindicarlo”. A raíz de esta petición se suscitaron opiniones diversas y reacciones de resistencia a la propuesta argumentando que se deformaba el lenguaje y que era mejor utilizar el artículo la o el para indicar el femenino y masculino. Igualmente se citó la referencia de la palabra “ente” que significa “ser, que tiene identidad”, “que existe”, como en el vocablo paciente y agente con lo cual el término ya es incluyente. Se aclara que no se debe adjudicar una O a palabras como dentista, pediatra, machista. Muchos términos no tienen género gramatical como habitante, residente, y otros han sido popularizados en géneros separados como cliente/clienta/ o sirviente/sirvienta.
Creo que el lenguaje es una herramienta de expresión y comunicación que debe irse adaptando a la evolución de un pueblo y a los mensajes que se quieren transmitir. A veces se adoptan palabras de otros idiomas como “parquear” del vocablo inglés “parking” (estacionar) que ya es incluido en la Real Academia Española (RAE). Lo que no se puede rebatir como un atentado al lenguaje, es decir presidenta con A, ya que es un término aceptado por la RAE y recomendado por la institución máxima para hispanoparlantes. Existen sustantivos que se emplean hoy frecuentemente con un nuevo significado ya que las mujeres ejercen estas actividades de forma habitual. La lengua ha acogido femeninos como abogada, arquitecta, bióloga, candidata, catedrática, diputada, física, ginecóloga, ingeniera, licenciada, matemática. Sin embargo, existen otros sustantivos como fiscala, edila, soldada o médica que no han sido aceptados. La Academia Mexicana de la Lengua recomienda utilizar las voces en femenino de acuerdo con el empleo más frecuente en el español culto.
Como mujer, escuchar “presidenta” en femenino me parece un reconocimiento al esfuerzo que a lo largo de la historia han tenido que hacer las mujeres en pro de la igualdad de oportunidades, de desarrollo y de derechos. No solo como mandataria de la república sino también de alguna empresa o institución. Para nada es una afrenta al lenguaje, ni a los hombres, ni es una revancha femenina.
El vocablo Presidenta con A alienta a las niñas y jóvenes de que sí es posible llegar a serlo. No obstante, no debemos confundir la popularidad del término con la persona. Claudia Sheinbaum no representa a todas las mujeres y es posible que muchas difieran de su ideología y forma de gobernar. El logro de oportunidades, de desarrollo y de derechos de las mujeres no se dará simplemente por el hecho de que sea una mujer la que encabece un proyecto político. Se requieren programas específicos que atiendan estos retos. El liderazgo debe acompañarse de voluntad, vocación democrática y respeto a la diversidad de pensamiento.
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